El pasado 23 y 24 de noviembre tuve el honor de asistir y participar en las Giornate di studio su Teofilo Folengo a cinquecento anni dalle prime Macaronee celebradas en la Sala Stemmi de la Scuola Normale Superiore de Pisa, y organizadas por el prof. Luca D'Onghia.
Representó para mí la excepcional ocasión de conocer en persona a la plana mayor de los folenguistas que desde los años setenta han encarnado ese tipo tan especial de filólogo que para estudiar la caleidoscópica figura de Folengo necesita una sólida base, como señaló el añorado Giorgio Bernardi Perini en 1977, de filología clásica, románica, italiana y de dialectología, y el conocimiento de cuya obra me ayudó a poner los cimientos de mi tesis sobre la poesía macarrónica en España. Así, pudo oírse las ponencias sucesivas de veteranos folenguistas o folengólogos como Massimo Zaggia, Luca Curti, Lucia Lazzerini, Antonio Daniele y del decano de todos ellos, Mario Chiesa.
Se contó, además, con la presencia de jóvenes especialistas en lexicología, tradición cómica y cosmología renacentista como Federico Baricci, Vincenzo Allegrini, Giuseppe Crimi y Giordano Rodda. De la Universidad de Rennes 2 asistió la doctora Carole Primot, autora de una tesis de próxima publicación sobre la traducción francesa del Baldus de la Vigaso Cocaio en 1605.
Por otra parte, los asistentes fuimos deslumbrados por los conocimientos de Roberto Stringa, bibliófilo y miembro de la Associazione Internazionale per gli Studi Folenghiani "Merlin Cocai" sobre las editiones principes del Orlandino y del Liber Macaronices o redacción Paganini de las macarroneas folenguianas (1517), cuyo quinto centenario se celebraba en este congreso.
A mí me tocó intervenir el viernes 24 a las 15:45 con una ponencia titulada L'influenza folenghiana nella poesia maccheronica spagnola, que fue calurosamente acogida. Acto seguido, se organizaron dos turnos de mesas redondas. En mi turno defendí la necesidad del estudio y edición de las macarroneas europeas postfolenguianas como medio imprescindible para valorar la recepción europea de Teófilo Folengo, y la propia historia de la lengua vernácula, dada los numerosos casos de retrodataciones y de hápax que yo podía habido atestiguar en el estudio lexical de la macarronea española. Señalé, así, mi pertenencia al grupo de investigadores que, bajo la dirección del prof. José María Maestre Maestre, catedrático de la Universidad de Cádiz, se integra en el grupo de investigación europeo Europa Renascens, cuyo tema de estudio es el latín renacentista y postrenacentista, en el seno del cual se podía encontrar el lugar natural para estas investigaciones. En su intervención Otello Fabris, presidente de la Associazione Internazionale per gli Studi Folenghiani "Amici di Merlin Cocai" promovió la idea de la celebración de un congreso en el Vaticano sobre el Teófilo monje, y autor de obras religiosas, y me presentó como coordinador de dicha Asociación con el mundo académico. Finalmente, Mario Chiesa animó al prof. Zaggia a culminar su meritorio y adelantado trabajo de edición crítica de las redd. Paganini y Toscolanense con una edición comentada. El prof. Zaggia señaló la dificultad del objetivo, y la necesidad, en su opinión, de que el comentario de cada libro fuera encargado a un especialista.
El congreso se cerró, pues, con la esperanza de que continúe la expansión de la filología folenguiana, que tendría como uno de sus hitos, tal como señaló el prof. Zaggia, la edición -necesariamente monumental- interlineal de las cuatro redacciones de las macarroneas folenguianas, y de que haya jóvenes investigadores que tomen el relevo de las viejas generaciones. En cuanto a mí, este encuentro marca un verdadero post quem en mi humilde trabajo de especialista en poesía macarrónica, que espero que siga dando más frutos en el futuro, como la publicación de mi tesis revisada y aumentada, y de mi traducción en proceso del Baldus de la Vigaso Cocaio.
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