El
siguiente periodo es el de la salida de la orden benedictina, y
también el del fin momentáneo de la producción macarrónica. No
resultan del todo claras las circunstancias de este abandono de la
Congregación1,
pero puede barruntarse que los hermanos Folengo se vieron envueltos
en un debate interno sobre la vida monástica como partidarios de una
vuelta a la pobreza y simplicidad originarias2,
y que por ello cayeron en desgracia ante el abad Ignacio
Squarcialupi, atento al menor pretexto para hacerles imputaciones de
todo tipo: Ludovico Folengo fue procesado por lujuria y expulsado de
la orden en 1524. La tensión debió hacerse extrema en 1525, cuando
Teófilo obtuvo del Papa la facultad de exclaustración sin dispensa
de votos3,
y abandonó el convento; su hermano Giambattista siguió su ejemplo
tres años después.
Instalado
en Venecia, se entrega a una febril actividad editorial: en 1526
publica, bajo el pseudónimo de Limerno Pittocco el Orlandino4,
poema vulgar de ocho cantos en octavas reales, y en 1527 ve la luz el
prosímetro Caos del
Triperuno5,
en un único volumen con el Orlandino.
La búsqueda de seguridad económica y de condiciones de vida aptas
para el recogimiento espiritual le llevan a entrar en 1526 al
servicio de Camillo Orsini, hombre de inmaculado sentimiento
religioso, como preceptor de su hijo Paolo6.
Parece que nunca dejó de existir en él la nostalgia del claustro,
que fraguó finalmente, tras la muerte de su hermano Ludovico y de
Squarcialupi, en una petición de readmisión formalizada con su
hermano Giambattista. Los superiores aceptaron la petición en la
primavera de 1530, imponiendo como condición el cumplimiento de un
periodo de tres años de vida eremítica, que los hermanos Folengo
culminaron en la península de Sorrento. En el relativo aislamiento
de su retiro, Folengo compuso obras latinas como el poemita Janus7,
de contenido autobiográfico, y las composiciones recogidas bajo el
nombre de Varium
poema8.
En vulgar escribió el poema de argumento sacro La
umanità del Figliuolo di Dio9.
Con esta obra, publicada en 1533, concluye la segunda fase de la
biografía literaria de Folengo.
1Sobre
las intrigas de poder en la Congregación, marcadas por la
personalidad de Ignazio Squarcialupi, v. G. BILLANOVICH, Tra don
Teofilo..., pp. 97-110.
2
Cf. M. CHIESA, "1526...", p. 101. Chiesa se muestra de
acuerdo con la opinión de Menegazzo de que la salida de la
congregación de los hermanos Folengo se debió al deseo de llevar
una vida más austera y contemplativa (cf. ib. p. 94).
Billanovich había resaltado anteriormente aspectos más pedestres:
los Folengo habían estado desde el principio en la primera línea
de la oposición a Squarcialupi; y en cuanto al proceso contra
Ludovico Folengo, afirma que "sarà difficile credere che il
processo contro Ludovico Folengo, incriminato da accuse ripetute e
da testimonianze numerose, sia stato solo una macchina perfida"
(p. 101).
3
Cf. ib. p. 103. Al año
siguiente, Teófilo F. fue acusado de robo: "Sarà troppo
semplice spiegare le accuse solo con la clientela che certo legò
don Sebastiano, e probabilmente don Alberto [i monaci accusatori],
allo Squarcialupi, e invece coverrà credere che almeno la
sbadataggine o la trascurezza dell'imputato abbia facilitate le
accuse [...] Questioni di eterodossia gli accusatori non dovettero
muoverne, se Teofilo e il fratello difensore possono tacerne del
tutto" (pp. 108-110).
4
Limerno, como señala Paoli, "è il nome che il poeta prende
quando scrive in volgare; qui è un 'Limerno pitocco', che cioè non
va in cerca di grazie petrarchesche, come il Limerno del Caos,
più ingenuo e migliore; al contrario, sguaiatissimo ed innamorato
di sconcezze, mostra compiacenza per tutto ciò che è volgare e
osceno" (cf. U. E. PAOLI, Il 'Baldus'..., p. 239). En el
poema se pueden distinguir dos partes de casi igual extensión: en
la primera se mezcla la narración de un torneo con la de los amores
de Milón y Berta, hermana de Carlomagno, y su posterior fuga; la
segunda parte es dedicada a las hazañas de Orlandino en su
infancia. El octavo y último libro configura una feroz sátira
antifrailuna, personificada en el abad Griffarosto. Mario Chiesa
(cf. "Una fonte dell''Orlandino' e del 'Baldus', Atti
Convegno 1977, pp. 249-267) llama la atención sobre el hecho de
que las novedades estructurales de la red. C del Baldus (la
figura de Berto Panada, el nacimiento de Baldo, sus luchas con los
niños, sus diálogos con la madre) tienen su origen en
reelaboraciones de episodios del Orlandino. Esta obra es
prueba para Chiesa de que no existe sólo un macarronismo de la
lengua, sino también de los temas, los géneros y los módulos
estilísticos, que puede producir una figura como la de Berto Panada
(cf. también Introd. Gen. II. 2. 2. n. 278, y M. SCALABRINI,
"Nascita e infanzia dell'eroe macaronico", Quaderni
Folenghiani 3, pp. 137-159). Sobre su relación con el género
caballeresco cf. M. CRISTINA CABANI, "L"Orlandino" di
Folengo e il genere cavalleresco", Rivista di letteratura
italiana, IX, 1991, pp. 591-61, quien concluye que "tras la
operación folenguiana se entreve un juego de contaminación de
géneros, de destrucción de topoi, en perfecta consonancia
con las reglas del poema caballeresco contemporáneo [Pulci], pero
llevado al límite de su destrucción como organismo narrativo"
(pp. 607-608). En opinión del citado Chiesa (cf. "1526...",
pp. 53-58), hay que leer el Chaos y el Orlandino como
obras de un monje en polémica con su propia congregación por el
modo de entender la vida monástica. Detecta la presencia
preponderante del tema de la pobreza en el Orlandino, que
alcanzará su expresión más madura en el episodio de Berto Panada
de las dos últimas redd. del Baldus, y de la crítica a los
frailes junto con ciertas proposiciones sospechosas de herejía. En
el aspecto lingüístico, la obra, escrita en el dialecto mantuano
del autor con la adición de voces lombardas, vénetas o de otro
origen dialectal, demuestra, para M. C. Cabani (cf. o.c., p.
605) la inexperiencia de Folengo en su primera aproximación a la
literatura en vulgar. En el mismo año, Luca Curti (cf. "Vigaso
Cocaio"..., pp. 147-148) recuerda la opinión de M. Pozzi que
ve en el Orlandino una protesta contra el proyecto
toscanizante del Bembo de 1525, y le contrapone las opiniones
diversas de Gianfranco Folena, para quien se debe hablar más bien
en Folengo de una conciencia permanente de su insuficiencia
lingüística toscana, y de Billanovich, que retrata al Folengo de
la red. V como un literato septentrional que ha aspirado en vano
durante años a ser un poeta en vulgar toscano. Sobre la tradición
editorial del texto cf. la ed. de M. Chiesa (T. FOLENGO, Orlandino,
a cura di M. CHIESA, Antenore, Padova 1991 ("Medioevo e
Umanesimo", 79), pp. CVIII, 272).
5
Esta obra, escrita en parte en macarroneo, en parte en vulgar y en
parte en latín, se presenta como un itinerario biográfico y
espiritual del autor, que se desdobla en tres personalidades
(Merlino, Limerno y Fúlica), en busca de una reconquistada
redención encarnada por Triperuno: "[...] un'opera sola e tre
argomenti; e di questi ogni singolo argomento diviso in tre parti,
tre selve, e nell'interno della selva seconda, la centrale, tre
regni; un unico autore e i suoi tre nomi di battaglia: Merlin
Cocaio, Limerno e Fùlica; ai quali corrispondono tre mezzi di
esposizione: il maccheroneo di Merlino, il volgare petrarchesco di
Limerno, le formule teologiche di Fùlica; un testo e tre sensi (uno
letterale e due allegorici). Ma poi, nel corso dell'esposizione, il
giuco fra l'uno e il tre si complica, perchè la trinità
folenghiana (Merlino, Limerno, Fùlica) è posta in antitesi con
l'unità (Triperuno) [...] Il Triperuno, si intende, è il F.
stesso; ma èl il F. rinnovellato da un intimo travaglio e sicuro
della sua via dopo un lungo errare; è Triperuno quando è giunto ad
essere quale vuol essere: quando, dopo un triplice smarrimento,
durante il quale si è impersonato in Merlino, in Limerno e in
Fùlica, ricompone a unità la propria persona. Sicchè il Caos
si presenta come la storia di uno svolgimento spirituale avvenuto
nel poeta; storia personale a cui l'allegoria dà carattere di
universalità; le tre selve sono altrettante fasi che l'animo
trascorse dall'innocenza infantile (prima selva), attraverso i
perturbamenti sensuali, morali e ideologici dell'età adulta (i tre
Regni della seconda selva), a uno stato di epurazione e di
acquiescenza (l'evangelico Triperuno della terza selva), quando vi
giunge con la scorta delle sacre scritture e meditando sul misterio
della redenzione dell'uomo e della umanità di Cristo. Si può dire
che è la storia e il modelo di una catarsi" (cf. U. E. PAOLI,
o.c., pp. 242-243). En opinión del mismo Paoli, el Caos
quiere afirmar la superioridad sobre el Orlandino y el Baldus
de los poemas de contenido sacro que estaba ideando (cf. ib.
p. 245), y que serán, ciertamente, firmados con su nombre de
religión, Teófilo. En cuanto a su forma literaria, Antonio Daniele
ha señalado las diferencias con los prosímetros precedentes
(Marziano Capella, Boecio, Dante, Boccaccio, Sannazaro),
consistentes en una construcción más elaborada y compleja fundada
programáticamente sobre el número ternario, como si fuera un
reflejo humano y trivial de la Trinidad, y en una acumulación de
formas métricas y prosísticas que representan casi todos los
géneros en prosa y verso conocidos en la época (cf. A. DANIELE,
"La forma del 'Chaos'", Atti Convegno 1991, p.
331). Por otra parte, el juicio de Billanovich (ib. p. 117) sobre el
valor literario de la obra es negativo: "Per gli imbrogli
confusi e vuoti che vi si aggrovigliano dentro, il Caos à
una scrittura più debole e più irritante delle molte opere pie,
pallide di anemia congenita ma per lo meno liscie e uniformi, di cui
il Folengo alterna la composizione alla revisione delle Maccheronee
nella seconda metà della sua vita". Tocando la espinosa
cuestión de la lengua, Gianfranco Folena afirma que el presunto
antibembismo de Folengo hay que deducirlo, en todo caso, e
silentio, y que no existe en el Caos defensa o apología
del dialecto como en Ruzzante. Folena pone en relación la
experimentación lingüística del Orlandino y del Caos
con la segunda fase de la producción macarrónica folenguiana,
donde, en el nuevo y más compacto tejido, junto al componente
expresionista del dialecto, adquiere siempre mayor valor el
contrapeso y el contrapunto de la lengua literaria, en una solución
predominantemente trilingüística del "poliglotismo
maximalista" folenguiano, que permite a Folena definir su
macarroneo como "lengua triperuna" (cf. G. FOLENA, "Il
linguaggio del 'Caos'", Atti Convegno 1977, pp. 238-239,
246). Sobre las ediciones del Caos cf. A. Daniele, o.c.,
p. 329. En 2010 la Asociación Amici di Merlin Cocai ha
publicado una edición facsímil del Chaos del Triperuno, a
partir de la edición Garanta (1527), al cuidado de Otello Fabris y
Roberto Stringa.
6
Chiesa deduce de un pasaje de la Selva seconda del Chaos
que Folengo ha dejado la congregación de Santa Giustina por
disensiones en el modo de entender la vida religiosa, y piensa poder
vivir según sus propias convicciones bajo la protección de Orsini
(cf. ID. "1526...", pp. 94-95).
7
El poemita, de 559 hexámetros, dedicado "Ad Paulum Ursinum"
fue impreso en Venecia por Aurelio Pincio poco después de 1535 en
un mismo volumen tras los Pomiliones de Giambattista y el
Varium poema de Teófilo (cf. LUCA CURTI, "Vigaso
Cocaio"..., p. 129). Sobre la vida y obra de Giambattista
Folengo cf. ed. Zaggia pp. 535-537. Una edición facsímil de este
volumen, a partir de un ejemplar propiedad de Roberto Stringa, y al
cuidado de G. Bernardi Perini, R. Stringa y Otello Fabris fue
editada por la asociación Amici di Merlin Cocai en 2011. Sobre el
Janus vea la interesantísima noticia que da G. Bernardi en el
postfacio de esta edición.
8
Sus 68 composiciones se configuran, en gran parte, como un diario de
su vida eremítica. Ettore Bonora observaba en esta obra la
influencia del gusto refinado de los humanistas napolitanos con los
que mantuvo contacto Folengo durante su periodo eremítico, y señala
su influencia posterior en la escritura de las redd. C y V (cf. E.
BONORA, Ritratti..., p. 145). El primero en haber puesto en
duda, que sepamos, la anterioridad en el tiempo del Varium poema
respecto a la red. Cipadense fue Emilio Menegazzo (cf. "Teofilo
Folengo accademico Intronato (con una noterella extravagante)",
Atti Convegno 1977, pp. 358-370), quien, tras documentar
fehacientemente la pertenencia de Folengo a la Accademia degli
Intronati de Siena, analiza la composición XIX del Varium poema
dirigida ad Intronatos en calidad de demanda de admisión
("Scilicet a triviis tanta est audacia nostris, / ut rudis
utque humili nostra haec succinta cothurno / Musa et degenerem vatem
testata, canoras / Senarum inspiciat Veneres atque ocia Phoebi. /
Illic Arsicii comites, cura unica nostri, / hetruscam instaurant
linguam quicquidve leporum est. / Felices genii, felicia pectora!:
tanti / vos faciant Charites et Nymphae nobilis Arni, / quanti
magniloquum vatem, quem Mintius Ande / sustulit e modica summae ad
fastigiae Romae. / O mihi contingat (faveat modo Tuscia caeptis) /
inter apollineos numerarier Intronatos! / An, quicquam maiore queat
me laude referre, / vel si Dardanidas celebrem, non impar Homero, /
vel si Verrinos mores grandi ore lacessam? / Ah, redeas, delira!
Ingens lux illa pusillum / perstringit lumen, cui sol caligat ab
axe".), y deduce de ella, contra la opinión de Goffis y de
Folena, que la obra que consuetudinariamente acompañaba la petición
era en este caso la red. Cipadense (cf. ib. p. 362: "[...]
il "degener vates" è il Folengo maccheronico, che nella
domanda riconosce i peculiari caratteri della sua poesia e, pur
accennado a qualche cosa di diverso, e cioè, forse, all'Umanità
stessa in lingua volgare cui stava attendendo ("faveat modo
Tuscia caeptis"), non rinnega la sua passata (e
presente) attività letteraria, anche se si finge sgomento di fronte
all'altezza letteraria degli Intronati ("Ah, redeas,
delira...!"). Insomma, questa musa ["rudis" e
"humili... succinta cothurno" e "degenerem vatem
testata"] non abita nell'Olimpo con l'Apollo Musagete come la
musa o le muse degli Intronati ("... ocia Phoebi",
"...ingens lux illa pusillum perstringit lumen, cui sol caligat
ab axe") ma nel Bengodi dei macaroni, con la Gosa, Comina ecc.
di Merlin Cocaio"). Posteriormente, y de modo independiente,
Massimo Zaggia llega a parecida conclusión; tras constatar que
todos los epigrammata latinos de la red. C aparecen, aunque
con retoques, en el Varium poema, Zaggia adelanta la
hipótesis de que la composición del Varium poema no precede
-como se había pensado hasta el momento-, sino que sigue a la red.
C, en consonacia con el nuevo designio estilístico de la red. V
(cf. ed. Zaggia p. 491: "Il Varium poema, infatti,
costituì lo sbocco del versante latino della Cipadense, mentre la
parte più propriamente macaronica trapasserà, con una serie di
ritocchi, nell'ultima redazione delle Macaronee: infatti, se nella
Cipadense la concezione folenghiana del macaronico contempla anche
l'inclusione di pezzi correttamente latini, successivamente, in
vista della redazione Vigaso Cocaio, tali pezzi furono evidentemente
sentiti come appesantimenti estranei alla fisionomia stilistica
dell'opera macaronica, e pertanto vennero spunti; la redazione
Vigaso Cocaio poté presentarsi, infine, in veste più
esclusivamente macaronica, mentre i pezzi latini già accolti nella
Cipadense potevano essere destinati al Varium poema").
El estudio de las variantes le lleva a reafirmarse posteriormente en
esta posición (cf. M. ZAGGIA, "Breve percorso...", p.
100), compartida, asimismo, por Luca Curti en el mismo año (cf.
"Vigaso Cocaio...", p. 129) por idéntico expediente. La
obra fue editada críticamente por C. F. Goffis (Varium poema,
Torino 1958), aunque Zaggia y Curti le reprochan el hecho de
presentar un texto contaminado con la versión de la red. C.
9
La obra consta de diez libros en octava real (ottava rima).
La temática del primer libro, que hace las veces de introducción,
está tomada del Viejo Testamento, y en él se pasa revista a los
más famosos personajes bíblicos. En los restantes libros el poeta
expone el Evangelio desde el nacimiento de Cristo a su muerte. Sobre
el motivo de elección de la octava real frente al terceto
(terzina), módelo métrico usual para la épica sacra,
Simona Gatti (cf. "L'ottava rima nell'"Umanità del
Figliuolo di Dio", Atti Convegno 1991, pp. 126-127)
apunta motivos estructurales: la gravedad rítmica y estilística de
la octava real, legitimada por Ariosto, parecía más adecuada a la
construcción de un poema narrativo que sigue el continuum
prosístico de los Evangelios, interpolado, de tanto en tanto, por
la intervención directa del poeta, que interrumpe el relato para
introducir sus propias reflexiones culturales y
teológico-doctrinales. Mario Chiesa pone en duda la opinión
generalizada que hace de la Umanità un simple ejercicio
penitencial impuesto por sus superiores benedictinos, ya que si el
poema fue ideado, como parece, mientras escribía el Orlandino
y el Chaos, debe afirmarse una continuidad sustancial entre
el Folengo de 1526 y el de 1533, atento a exponer los frutos de la
Pasión de Cristo dentro del marco de la espiritualidad benedictina
(cf. o.c., pp. 72-76). Sobre la tradición editorial del
texto, el más divulgado en vida del autor, cf. SIMONA GATTI,
"Intorno alle edizioni dell'"Umanità del Figliuolo di
Dio" di Teofilo Folengo. Primi appunti", Atti Convegno
1991, pp. 471-479.