Libro
segundo
Cuando esto cumplió de
Miguel en la casa el nefando 420
Diablo, ufano de haber
tramado su ansiada patraña,
volvió de su cárcel
al brete, y con miserables cadenas
el guardián Solecismo
del gran fongón al fugado
castiga, y los grillos
le dobla, e inútilmente bramando
a éste lo encalaboza,
y de pies y manos atado, 425
a la ley de Bayona
pególe muchos azotes,
y dice: “¡oh,
Demonio!, si otra vez tal osadía perpetras,
penas mayores te
impondré, y más grandes cadenas.
Por lo tanto, te ordeno
a tí por los cartapacios de Soto,
por los gerundivos, los
casos, por los largos supinos, 430
por el nombre del
cuarto libro espantable y sagrado,
por los cabalísticos
números, harto temibles secretos,
por tus coplas,
Burguillos, y por tus flojos sonetos,
426
A la ley de Bayona1
se azotan los esclavos, y es cierto modo de atar acomodado al pecho
del sicario.
429
cierto gramático.
432
se va contra cierto amigo que decía cábala.
433
Burguillos, vulgar poeta... más bien en glosas y redondillas fácil
príncipe.2
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1
La única explicación
de esta expresión que he encontrado es la que da Mateo Alemán en
el Informe secreto
que redactó como Juez Visitador de las minas de mercurio de
Almadén; así, hablando de un capataz dice que: "los açotaba
y maltrataba cruelmente atandolos en cueros a la ley de vayona que
llaman que es atadas las manos y pies a un palo atravesado por las
corbas de las piernas y las sangraduras de los braços de manera que
un hombre no se puede rodear" (cf. P. DÍEZ DE REVENGA TORRES,
"Una actividad poco conocida de Mateo Alemán: la visita a las
minas de Almadén", pp. 219-225: 221,
ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/29/95/18diez.pdf
2
Podría tratarse quizás de
una alusión al poeta toledano Juan de Burguillos (1512-1572), muy
conocido en la época por su capacidad para la improvisación (cf.
A. SÁNCHEZ JIMÉNEZ, "Cardenio 'el Rústico': el licenciado
Tomé de Burguillos y el gracioso: un personaje lopesco en la
Arcadia
(1598) y en las Rimas
de Tomé de Burguillos
(1634)", Creneida
1 (2003), pp.
238-267: 242-243.