1. Las cláusulas métricas.
En cuanto a las cláusulas métricas, en
particular la del hexámetro, la versificación folenguiana sigue
generalmente la tradición clásica más común al cerrar el verso
con un bisílabo o un trisílabo1.
Con todo, Paoli observó en los hexámetros
folenguianos una frecuencia más bien alta de cláusulas
monosilábicas (donde casi siempre el monosílabo final está
precedido por otro monosílabo)2.
Paoli reconoce en ello un influjo de los hábitos métricos de
Marcial, mientras que Zaggia considera que puede tratarse de la
extensión de un uso ya conocido, aunque esporádico, de la poesía
de autores clásicos como Virgilio, Horacio y Ovidio3.
2. Versos truncos.
Los carmina truncata constituyen una
extravagancia métrica exclusiva de la red. T. Zaggia aporta ejemplos
de las Macarroneas menores, como Zan. T 106 (endecasílabo
sáfico): Cur tuas capras retines chilò?, donde una glosa
marginal advierte: carmen truncatum, quo etiam vulgaris poeta
utitur, debemusque facere accentum super ultimam litteram: “en
otros términos, la asunción directa de la voz oxítona chilò
[‘aquí’], en otros lugares adaptada en la forma chiloium,
determina una alteración exquisitamente macarrónica del texto, por
la que el endecasílabo sáfico latino se encuentra asimilado a un
endecasílabo trunco de tipo vulgar”4;
Zan. T 672 (hexámetro): Pur ibi te fichet, lassa,
codesella, che sì, donde la glosa también precisa: carmen
truncatum: accentum fac super ‘sì’, etc.
También hemos localizado ejemplos en el Baldus
T (IV 57: “Officium perago tabachini...”; V 157: “O magnam
uirtutem hominum...”; V 399: “Voce tamen bassa...”; VI 370:
“Mezzamorta cadit...”; XV 353: “Tu pensare potes...”; XVI
586: “Non erat?...”; XVI 613: “Rebus in adversis...”; XVII
286: “Tartarus agnovi...”, etc.), que pueden entenderse como una
reminiscencia de los carmina truncata virgilianos, como parece
quedar explicitado en un fragmento de las Laudes Merlini eiusdem
magistri Acquarii Lodolae ad illustrem dominum Pasarinum scarduarum
comitem de vita et moribus Merlini Cocaii et de inventione huius
voluminis ubicadas al comienzo de la red. T: “[...]Tedet me hoc
nobile volumen ab illo [Merlino] non fuisse recognitum, nam (teste
Columella) terra quo magis laboratur magis ingrassatur. Id probatur,
quia (sicut Vergilius) multa carmina reliquit imperfecta [...].”
3. La tmesis macarrónica.
Un uso anormal e intensamente expresivo de la
tmesis caracteriza la versificación folenguiana, hasta el punto de
constituir la particularidad métrica más comúnmente conocida del
macarroneo folenguiano. Se encuentra presente también en la redd. C
y V, incluso con un uso más amplio y más hábil, frente al caso de
otros macarronismos métricos suprimidos en dichas redd.
Señala Paoli que la tmesis folenguiana consiste
en la separación de los dos elementos de un compuesto insertando
normalmente entre los dos lexemas el nexo copulativo –que
(Baldus V IV 19: “Qui taiacantones dicuntur mangiaque ferri”
[che si chiamano ‘tagliacantoni’ e ‘mangiaferro’]).
A veces es suficiente con que la palabra tenga
una cierta extensión, cuatro o cinco sílabas al menos, para que el
poeta se sienta con el derecho de cortarla (ib. II 315: “Atque
pretianes, soldanos barbaque soros” [e i “Prete tanni” e i
Soldani e i barbassori])5.
Zaggia analiza el uso de la tmesis en las
macarroneas menores, donde predomina casi absolutamente el primer
tipo enunciado por Paoli6.
La tmesis macarrónica remonta a conocidos
ejemplos clásicos: “Naturalmente, este tipo de imitaciones no
constituye de por sí un hecho macarrónico, aunque revela una cierta
predilección por los aspectos más extravagantes (al menos desde
nuestro punto de vista) de la poesía clásica; se entra empero
decisivamente en el ámbito macarrónico cuando Folengo, partiendo de
estos casos limitados, con evidente intención expresiva, el
procedimiento más allá de los límites tradicionales, implicando
también y sobre todo a los vocablos tomados del vulgar. Pero que el
punto de partida ha sido el tipo clásico Septem ...triones es
declarado por el propio autor en la glosa a Baldus T II 46, a
propósito de Lanzaque lotti, es decir, Lanzalotti,
genitivo de Lanzalottus = “Lancillotto”): ‘Lanzaque
lotti’: divisio, sicut ‘Septemque triones’ (el ejemplo más
cercano parece por tanto del de Ovidio, Met. I 64 [Proxima
sunt Zephyro; Scythiam Septemque triones])”7.
1
Cf. Ed. Zaggia, p. 681. El resto de cláusulas presentes en
los distintos tipos de versos de las macarroneas menores son
analizados en las pp. 681-682.
2
Cf. U. E. PAOLI, o.c., pp. 192-194.
3
Cf. Ed. Zaggia, p. 681
4
Cf. ib., p. 683.
5
Cf. U. E. PAOLI, o.c., p. 74-75
6
Cf. Ed. Zaggia, pp. 684-685
7
Cf. Ed. Zaggia, p. 685. Otros particularidades
prosódico-métricas menos caracterizantes y conflictivas respecto a
la norma clásica son analizadas por Paoli y Zaggia, como la
diéresis prosódica, el sigmatismo (éste sólo en Il Baldus...
de Paoli (pp. 103-104), la enantiometría, la sinalefa, el hiato, el
alargamiento en arsis, la abreviación de monosílabos delante de
vocal, los versos hipermétricos y la rima.