CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

viernes, 4 de noviembre de 2011

DEFINICIÓN



El Diccionario de la RAE (1984) define la macarronea como “composición burlesca, generalmente en verso, en que se mezclan palabras latinas con otras de una lengua vulgar a las cuales se da terminación latina, sujetándolas además, por lo menos en apariencia, a las leyes de la prosodia clásica”, y macarrónico, ca como adjetivo aplicable “a la macarronea, al latín muy defectuoso y al lenguaje vulgar que peca gravemente contra las leyes de la gramática y del buen gusto”. En las definiciones de tal diccionario destacan las ideas de “mezcla” y “defectuoso” asociadas al “latín” y a “una lengua vulgar”, con un carácter voluntario en el caso de la macarronea, entendida como “composición burlesca”. Dichas acepciones no dejan de ser insuficientes tanto desde el punto de vista histórico como lingüístico. Por ello, ofrecí hace unos años un concepto histórico-lingüístico de poesía macarrónica que me había permitido anteriormente definir el objeto de estudio de mi tesis doctoral “La poesía macarrónica en España” (2000).

La poesía macarrónica o macarronea –decía- es un tipo de composición que emplea la métrica cuantitativa latina –fundamentalmente el hexámetro- y que está escrita en un lenguaje intencionadamente híbrido fruto de la fusión del latín con otras lenguas, romances o no, en un código lingüístico –el macarroneo o macarrónico- pretendidamente homogéneo que integra palabras latinas junto a otras de una lengua vulgar con terminación o apariencia latina.

La necesaria presencia del elemento métrico latino, así como de la voluntad de fusión de diversos códigos lingüísticos en uno aparentemente nuevo, resulta fundamental en este punto para diferenciar la macarronea de las composiciones híbridas como las glosas y los poemas bilingües tal que los Carmina burana, y precisa, a su vez, de una mayor contextualización histórica, que le queda indisolublemente unida.

En la próxima entrada que dedique a este tema hablaré del carácter de error voluntario de este lenguaje.

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