CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

domingo, 25 de octubre de 2015

FRAGMENTOS DE MI TRADUCCIÓN DE "BALDO" DE TEÓFILO FOLENGO: Proprietas diuersarum urbium, 2, 96-130, "Carácter de varias ciudades (italianas)".




Da mucha lana Verona del esquilar sus ovejas1;
Brescia extrae el hierro de sus montes airosos;
la bergamasca montaña hombres engendra con bocio2;
Pavía a Milán llena hasta los topes de puerros y berzas;
Plasencia surte de queso todo rincón habitado;                                100
Parma produce gruesas scoce3 y gruesos melones;
trota todo caballo con espuela de Reggio;
Mantua alimenta a sus boneteros de carpas fangosas4;
judías de careta si quieres comer ve a Cremona,
A Crema ve si pasar deseas falsa moneda;                                      105
Bolonia engorda bueyes, y Ferrara las piernas5;
no hay en Módena gente sin la cabeza tronada6;
tantas moscas Apulia7, cuantas barcas Venecia;
quema el Piamonte todos los años mil hechizeras;
la tierra de Padua pare diablos que son campesinos8;                       110
Vincenza guerrera engendra gatos escurridizos9;
más para la horca que para la orza10 están en Chioggia;
tiene Rávena casas antiguas y viejas murallas;
puercos sin número sala Cervia11 por todo el mundo;
poco no ganas, ¡oh, Cesena! con el azufre;                                      115
pintura no hay mejor que de Faenza la loza;
gruesas anguilas saladas el valle da de Comacchio;
de los charlatanes tiene Florencia la primacia;
Roma no busca otra cosa que suculentos bocados;
tantos nobles en la ruina veo en Nápoles,                                        120
cuantos sirvientes ladrones le da la ladrona Calabria;
en Génova estira en punta las testas la comadrona12;
Siempre en Siena tuvieron su cuna bellas muchachas;
Milán hace oír un tic toc por cada rincón de sus calles,
mientras hierran correas y hacen boquete en la aguja;                     125
quienes cosen zapatos y suelas a las chancletas,
quienes ponen tejados o son deshollinadores,
son de Como, o bien de Novara son pueblerinos.
Cipada, pues, digna de ser con heroica bota13 cantada,
siempre abundó de existencias valiosas de sinvergüenzas.                130






1Comienza aquí una sección que en la red. T aparecía bajo la rúbrica Proprietas diuersarum Vrbium (2, 301-340), y que recoge un elenco de ciudades italianas con alusiones burlescas a su fama popular.
2Quizás referencia a Gioppino, máscara y marioneta bergamasca popular dotada de tres bocios.
3Melones de una especie muy apreciada (Chiesa).
4Este humilde oficio era asociado a la pobreza, y a la consiguiente incapacidad de acceder a una dieta rica y variada, lo cual abocaba al consumo de las asequibles carpas de los lagos del Mincio, poco apreciadas por su olor a fango (Chiesa).
5Faccioli y Chiesa se inclinan por considerar boves como referencia a los jóvenes indoctos del Estudio de Bolonia; y Chiesa, en el caso de Ferrara, recuerda el mote popular "Ferrarese gambe marze", que encuentra un refrendo en un paso de la red. T (5, 105) donde se hace referencia a los mosquitos que pican e hinchan las piernas de los paisanos.
6Según un dicho extendido entre las poblaciones vecinas los habitantes de Módena eran considerados lunáticos (Faccioli).
7Diversos motes populares presentaban a Apulia como tierra de moscas (Chiesa), y así Folengo sitúa en esta región la ciudad de las moscas (Mosch. 1, 38).
8"Quizás con alusión a la demoníaca malicia mostrada por los campesinos paduanos en las guerras" (Faccioli).
9Faccioli recuerda un dicho popular vicentino que representa a sus habitantes como "magnagati".
10La orza es el cabo con que se lleva a popa el car de la entena; los habitantes eran conocidos por su habilidad como marineros, pero también como ladrones, por lo que estaban destinados a la horca (Chiesa).
11Alusión a sus famosas salinas.
12A esta extraña costumbre de estirar la cabeza del recién nacido hace referencia también Folengo en la red. T 17, 175-179.

13El empleo de la bota en vez del coturno clásico es una muestra añadida de hipóbole paródica.

sábado, 3 de octubre de 2015

FRAGMENTOS DE MI TRADUCCIÓN DE "BALDO": Descriptio convivii, 1, 390-433




En tanto, cansado el sol se zambulle del mar en las ondas1,           390
habiendo dejado de su claridad impregnada a su hermana.
Prontamente, la cena real es aparejada,
donde el estrépito suena de mil culinarias faenas,
ábrese un portalón humeante en los muros pringosos,
cuyas jambas de sucia grasa sin fin goteaban.                               395
Dentro asaltan olores de asado y de cocido
a la nariz, por quienes se excita bien el apetito.
Hay más de cien pinches allí al mando de los cocineros;
quien trae leña, quien la corta, quien la reparte
bajo bronces calientes, peroles, y bajo sartenes.                            400
Hay quien degüella un cerdo, quien tira del cuello a los pollos,
quien los destripa, al tiempo que otro los despelleja,
quien los capones muertos despluma después del hervido,
quien las cabezas con la piel del ternero cocina,
quien los lechones apenas quitados del seno materno,                    405
pinchados unos a otros de las narices al culo,
ensarta y con aguja de lardear los enlarda.
El cocinero Gambón allí el arte glotona dirige,
dado al estudio de la gula, y a la biblia del gusto.
Él sólo es apto para enseñar desde cátedras doctas,                        410
y dar cualesquiera instrucciones a los mozos de la cocina,
y de vez en cuando en la espalda llevar el rodillo
y de la ajada la mano2 a chicos y pinches pringosos.
Hay quien a hígados recubiertos de red de redaños
vueltas da en crepitantes sartenes del lardo chirriante.                     415
Hay quien gelatina esparce de jengibre picante,
y quien le añade pimienta y la exquisita canela.
Uno riega anedones de una salsa amarilla,
y a la manera española los cubre de tiernas lasañas;
del espetón uno extrae faisanes admirablemente,                            420
no sin antes tocarlos por ver si están en su punto.
Cinco piedras de molino en sus agujeros3
no dejan de vueltas dar en giros vertiginosos:
do un gusto hay a almendras y a salsa a la pimienta.
Parte saca del horno un guisado de carne grasienta,                         425
y le espolvorea canela de venecianos saquitos4.
Otro extrae de la caldera capones cocidos,
que, puestos en el ancho fondo de grande bandeja,
rocía con gotas de agua de rosas y azúcar molido,
y encima de éstos les pone un hornillo5 lleno de brasas.                    430
¿Mas a qué fastidiar con tales chácharas largas?
Cena preparan con la que poder levantar a los muertos,
y hacerlos dejar sus tumbas con el féretro al culo.








Ilustración: Frans Snyders


1Comienza aquí una sección que en la red. T aparecía bajo la rúbrica descriptio convivii, y que se extendía a 87 versos. En la red. V se veía notablemente amplificada a 123. Francisco Márquez Villanueva consideró este episodio como "esquema sugeridor" de los banquetes de las bodas de Camacho de la segunda parte de El Quijote.
2Pistonemque iadae sguataris unctisque regazzis. Acarrean la mano del mortero (pistonem) para hacer la ajada (iadae), ahora como entonces, salsa de pan desleído en agua, ajos machacados y sal.
3Quinque masinantes petrae gremiique molarum. Paoli, citado por Chiesa, recuerda que en los molinos manuales de piedra había un hueco (gremium) en el que giraban las muelas (molae).
4Pistaque de Venetis striccat cynamoma sachettis. Una glosa al verso correspondiente de la red. T (quem peuero spargit Venetum striccando sachettum), indica Sachettum uenetum. Quia Venetiis venduntur, en referencia a Venecia como centro del comercio de especias.

5Caricum brasamine testum, para mantenerlos calientes.