Pocilga lo llaman,
muchos más lupanar de las musas,
y templo augusto del
cuarto libro de la gramática1.
En este tugurio vivir
suelen las macarrónidas musas,
mozárabes musas que al
pueblecillo dictan justicia2.               100
Es aquí su Parnaso,
aquí ordenar lindas danzas,
y conectar les huelga
zapatetísonos corros.
Allí se abre a todos
cual fuente Castalia una ancha privada3,
de donde manan coplas,
rimas y crudos sonetos
a vates hispálicos, y
en redor y debajo pasean                       105
almas ilustres, que
otrora los reinos de la potente
gramática
engrandecieron con libros y glosas profundas,
y gozan y les place
haber hecho lindos comentos,
insigne Papías y con
su pancho gordo Hugucio4,
de patricia ropa (que
hogaño albarda se llama)                      110
vestidos, y rodeadas de
fresca grama sus sienes;
tus manes, Hebrardo5,
junto al fluir de la fuente se quedan,
y bailan, y pegan en el
abejón tremebundos bofetes
el agudo Bertulfo, y
del Catolicón el espejo;
dánse culadas, y a ti,
Mamotreto, te corretean                      115
por el bosque, y les
haces en rostro muchas mamonas.
101
 Sobre el Parnaso y la fuente Castalia nueva opinión entre los
geógrafos modernos.
109
 Catálogo de gramáticos ilustres, cuya memoria difama aquí
malévolamente el poeta, como suele hacerse con ellos; pero véase mi
Apología en favor
de los gramáticos.
_________________________________________________________________________
1 Se
 trata de la Gramática
 de la lengua castellana
 de Nebrija (1492), cuyo cuarto libro es "de sintaxi e orden de
 las diez partes de la oración" Nótese que el capítulo quinto
 del libro cuarto de la Gramática
 nebrijense versa "del barbarismo y el solecismo", y
 Solecismo es el nombre del guardián del Diablo en el v. 156.
2 Al
inicio del ms. Z el copista incluía la siguiente advertencia: 
"Francisco Sánchez fue un gramático muy arrogante y soberbio
catedrático de S. Miguel al tiempo que Pacheco escribió esta
macarronea, y con quien él estaba muy mal; muéstralo bien en las
muchas veces que le maltrata. Éste hizo en la muerte de un alcalde
de la Audiencia de Sevilla un epigrama que empezaba: quam sint res
hominum fragiles, quam mente caduca, etc; el cual epigrama mete
aquí algunas veces Pacheco burlando de él; principalmente todo este
verso entero, y en otra parte donde dice: Moçaraues Mussae
dicentes jura popelo, y porque decía el gramático en el
epigrama que hirió la muerte a aquel Alcalde dicentem jura popelo
sobre lo cual hizo en otra parte Pacheco un dístico que
decía: Carmine
qui curto dicit Hispalim esse popellum,     quid Mançanillam dixerit
ille suam?
 [“Aquel
que en corto poema llama a Sevilla poblacho,/¿a su Manzanilla natal
qué nombre le otorgará?”]
 Porque era el Fco. Sánchez
natural de una aldea de Sevilla que se llama Manzanilla, en la Sátira
lo refriega también ásperamente debajo del nombre del Padre de
Gerundios. Aviso de esto porque se entienda con más gusto.       
-1586-"
Efectivamente, dicho "verso
entero" aparece en la presenta macarronea (v. 462), así como el
aludido "en otra parte" (v. 100); es cierto, asimismo, que
Sánchez es mencionado en la Sátira  de Pacheco (vv. 73-74 y
77-78). Sobre este personaje objeto de los dicterios de Pacheco cf.
J. MONTERO y J. SOLÍS, o.c., pp. 648-650. Señalan Montero y Solís que el primer hemistiquio
 Moçarabes Musae
 es una alusión a una falta de linaje auténticamente cristiano de
 parte de F. Sánchez (Ib. p. 650).
3 La
 privada aparece ya mencionada en la Sátira
 en alusión a un
 "Padre de Gerundios", identificado también con F. Sánchez
 (cf. nota 2) en uno de los manuscritos manejados por el editor
 Francisco Rodríguez Marín ("Una sátira sevillana del
 licenciado Francisco Pacheco", Revista
 de Archivos, Bibliotecas y Museos,
 3ª ép., XVI, 2, Madrid, 1907, pp. 1-25 y 433-454) en los versos
 73-78: "Aquel canto suave, ingenioso ameno, / Del Padre de
 Gerundios, ¿qué le renta, / Aunque de versos traiga un cesto
 lleno? / ¡Oh fortuna cruel!¡Oh indigna afrenta! / ¡Oh ingrato
 Apolo! que en una privada / Sirvieran de trapillo, á buena
 cuenta!".
4 
 Papias era el nombre de un
 lexicógrafo italiano del s. XI, considerado el primer lexicógrafo
 moderno por su diccionario monolingüe de latín, Elementarium
 Doctrinae Rudimentum.
 Hugucio de Pisa fue un un gramático y lexicógrafo muy activo a
 mediados del s. XII. Su obra más importante es el Liber
 deriuationum
 o Deriuationes,
 magno tratado léxico-gramatical y diccionario etimológico del
 latín, absolutamente predominante en el terreno de la consulta de
 diccionarios hasta la aparición del Catholicon
 (1286) de Giovanni Balbi, primer diccionario latino en un orden
 alfabético -también traído a colación por Pacheco- (cf.
 Jean-Claude Boulanguer, Les
 inventeurs de dictionnaires,
 Ottawa, 2003, pp. 281-286)
5 
 Hebrardo o Ebrardo de Béthune
 compuso en 1112 un libro titulado Graecismus,
 sobre etimologías griegas. Hugucio, Ebrardo, y Mamotreto
 (comentario de salmos  e himnos bíblicos, ya puesto en solfa por
 Erasmo en su Synodus
 Grammaticorum
 (1536), diálogo en el que participa bajo el nombre de Bertulfus,
 que es el personaje citado por Pacheco en el v. 114 de la
 Macarronea)
 presentes en este pasaje son citados por Rabelais en Gargantua, cap.
 14 (Comment
 Gargantua feut institué par un sophiste en lettres latines),
 entre otros manuales escolares ridiculizados por los humanistas (cf.
 Rabelais, oeuvres
 complètes,
 edición de Guy Demerson en Seuil,
 1973, p. 82).
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