Vecino en oscuro asiento se sentaba Mahoma2,
En un hábito ardiente de puras llamas gallardo.
El infierno su usada costumbre y estado guardaba,
Y pasaba su trabajo la gente amarilla3,                                          15
Cuando de pronto adentro en cascada una turba de almas
Se cuela, y la mansión del Profundo4
se ve toda llena;
Se alborota el vecindario, y herido de sordo
Runrún el reino retumba, y el lar subterráneo resuena.
Entonces Pedro Botello5
a grandes gritos avisa                               20
Que su caldera no puede albergar aquella de almas
Enorme masa; incluso, mientras lo dicho contempla,
Suspenso con tanto estrépito y novedades el propio
Bercebú se encontraba, hasta que Mahoma a los suyos
Reconoció la hechura y estampa, y del hondo del pecho                  25
Suspira y dice: “¿cuál, la que os ha aniquilado, tan ruda
Plaga, oh tristes? ¿qué circunstancias tan despiadadas?
¿Cuál es la causa de vuestra venida y súbitos males?
___________________________________________________________
1
 Covarr. recoge Berzebú como corrupción de Belzebub.
 El dicc. Terreros registra Bercebú como voz vulgar,
 relacionada con Beelcebúb. La voz Beel-zebub o
 Belcebú procede del hebr. Ba’al zebub “el dios
 mosca”. Aparece citado en el Antiguo y Nuevo Testamento. En el
 texto griego de los evangelios se encuentra la forma Beelzebul,
 corrupción de la forma antigua. En la versión de la Vulgata y
 algunas otras aparece Beelzebub, aun en el N. T. (cf. Enc.
 E-A. s.u. ‘Beel-zebub’). En el N. T. se le denomina
 “príncipe de los demonios”. La forma Bercebud(us) parece
 una variante vulgar no registrada. En la Mosquea de
 Villaviciosa aparece la forma Belzebut (p. 601 de la edición
 de BAE).
2 . Mahoma aparece en Dante, Inf.
XXVIII 22ss. donde sufre el castigo de otros herejes mutilado
constantemente por la espada de un demonio.Posteriormente, Quevedo volverá a situarlo allí en su
 Sueño del Infierno.
3
 Los condenados del infierno, que son llamados así probablemente por
 influencia del color del azufre, elemento de tradicional atribución
 infernal.
4
 El “Profundo” es un término poético que aparece en la fábula
 mitológica de Juan de la Cueva “Los amores de Marte y Venus”,
 como opuesto al cielo.
5
 T. Ramírez comenta lo siguiente a propósito de las calderas de
 Pedro Botero: “El maestro Correas escribía “Las ollas de Pedro
 Botello”, sin que se dé más razón de quién pudo ser este
 Botello o Botero. Como sea, el maestro habla así de ellas: “Tómalas
 el vulgo por tinas infernales de fuego y penas: dicen que comenzó
 de un rico hombre de pendón y caldera, y después Maestre de
 Alcántara, que desbarató muchas veces a los moros con varios
 ardides, y coció muchas veces cabezas de ellos en unas grandes
 calderas, y sería para presentarlas, y dicen que los despeñaba en
 una sima u olla muy profunda.” (cf. T. RAMÍREZ, Los más
 ingeniosos dichos populares, Barcelona 1990, p.87).
No hay comentarios:
Publicar un comentario