CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

sábado, 10 de julio de 2021

LA DOBLE REDACCIÓN DEL POEMA MACARRONICVM DEDICADO A LA ENTRADA DEL ALMIRANTE DE CASTILLA Y DEL DUQUE DE OSUNA EN LA CIUDAD DE SEVILLA (1700).

 



1. Originalidad de la composición.


En el límite de la centuria hayamos una macarronea de un contenido temático inusitado hasta la fecha. Hemos comprobado hasta el momento que la poesía macarrónica es un instrumento dúctil y apto para expresar los más diversos temas, como la sátira social y política (cap. I de mi tesis doctoral -Bald., Spur.-), la autobiografía reivindicativa y protopicaresca y la bagatela goliardesca (cap. II -sanch., Mend.), la temática erótica (cap. III -pach.-) la pedagogía moral propia de la emblemática (cap. V -otios.-), requisitorias amicales (cap. VI -marq., carm.-), e incluso la vemos armarse de valor para presentarse a certámenes literarios en forma de epilios o juguete conceptista ( cap. IV -mach., scrib.- y VI -Ignat.-). Mas ahora la macarronea se coloca bajo la advocación de la musa Clío, para convertirse en una crónica en verso de sucesos contemporáneos, como la entrada en la ciudad de Sevilla de dos Grandes de España en 1700. El género macarrónico encuentra así una curiosa manera de sobrevivirse a sí mismo en una época de ineluctable decadencia de la literatura neolatina frente a la vulgar1, lo cual debía afectar indefectiblemente al hibridismo macarrónico, tal como ocurrió en Italia en vida incluso del propio Folengo. El segundo rasgo de originalidad, que nos lleva a dedicarle un capítulo en nuestro magro recorrido por la historia del género, radica en la doble redacción que hizo el autor anónimo de su poema, precioso testimonio que sólo tendrá un parangón parcial en la Pepinada de Sánchez Barbero (1812), y que nos permitirá estudiar la evolución de las directrices estilísticas y las concepciones sobre el género de un presumiblemente único poeta macarrónico.


2. La doble redacción del poema macarronicum.


Luis Toro Buiza anunciaba en 1946 en el Archivo Hispalense que "Por decisión reciente del Patronato de Publicaciones y Archivo de la Excma. Diputación Provincial, se va a llevar a cabo la impresión de una serie de folletos sobre fiestas de toros celebradas en Sevilla en los pasados tiempos, trasladados de originales manuscritos y de impresos rarísimos existentes, en su mayoría, en la Biblioteca y Archivo Municipal"2, así como el carácter de la edición: "se publicarán estas relaciones en tirada limitada, con ejemplares numerados, reservándolas de una forma exclusiva para los suscriptores de ARCHIVO HISPALENSE, con carácter bimensual y como suplemento a cada número. Procuraremos que la impresión sea bien cuidada, por su especial carácter, y el conjunto de ella formará una colección de opúsculos de un interés bien previsible"3.


Tales impresiones se iniciaban "con la de un opúsculo del que creo no da noticia ninguna obra de bibliografía, ni aun las dedicadas especialmente a fiestas y a tauromaquia, como las de Carmena y Millán, Alenda y Díaz Arquer"4. Este poema, que trata "de las fiestas que se celebraron en Sevilla, en la Plaza de San Francisco, en honor del Almirante de Castilla y del Duque de Osuna, con ocasión de la visita que hicieron a la Ciudad por febrero del año del Señor de 1700"5, fue publicado en Archivo Hispalense VIII, núm. 21, 1947, pp. 2-19 (= Archiv. Hisp.). En la p. 19 figura la siguiente noticia: "este POEMA MACARRONICVM, copia fiel del rarísimo impreso anónimo, y, al parecer, ejemplar único, que se conserva en el Archivo Municipal de Sevilla (Papeles del Conde del Águila, tomo 23-1.º), se acabó de estampar en dicha ciudad el día 20 de febrero del año del señor MCMXLVII".


Efectivamente, en dicho Archivo Municipal, en los Papeles del Conde del Águila, sección XI (folio), tomo 23, folleto nº 1 ff. 1-2v. figura la macarronea editada por Archiv. Hisp. Su título completo es el siguiente: "POEMA MACARRONICVM | IN QUO INGRESSVS EXCELLENTISSIMORVM | SEÑORVM | ALMIRANTIS CASTILLAE, | ET DUQVIS OSSUNAE | IN CIVITATEM SEVILLAM LATINAJIS PINTATVR, | SIMVLQUE REGOCIJI, ET FESTA ILLIS AB EADEM CIVITATE FACTA | MACARRONICO STYLO DESCRIBVNTVR" (= A). El texto, que asciende a 410 versos, aparece dividido en dos columnas, quedando enmarcado cada folio con una filigrana. En el ángulo superior derecho del f. 1r. se ve escrito "Número 1º.". La mención del impresor que figura al fin del f. 2v. "Vendese en [...] ader [...]" queda así parcialmente oculta por una pequeña tarjeta manuscrita pegada que reza "la calle de Genova, casa de Mateo Amado, Mercader de Libros".


Sorprendentemente, los editores del Archiv. Hisp. silencian o no advierten la existencia de otra versión impresa de este mismo poema que figura inmediatamente a continuación (ff. 3r-3v). Presenta el título de "POEMA MACARRONICVM, IN QVO DESCRIBITVR INGRESSVS | Magni Almirantis Castillae in Civitatem Sevillam, simulque festa illi ab eadem | Civitate facta narrantur" (= H). El texto, notablemente reducido a 175 versos, figura a dos columnas, aunque sin filigranas. En el ángulo superior derecho del f. 3r. figura escrito "Número 2º" de la misma letra que la indicación del f. 1r. Al final del folleto no figura ninguna noticia del impresor.


Razones de orden estilístico y estructural, que expondremos más abajo, nos llevan a pensar que el folleto nº1 es anterior en el tiempo al folleto nº2. A partir de ahora los citaremos abreviadamente como PM1 y PM2.


3. Autoría del poema macarronicum.


Ninguno de los folletos mencionados aporta datos sobre el autor de las composiciones, que fue sin duda espectador de los sucesos que narra. Toro Buiza emite, no obstante, un juicio negativo sobre la formación humanista del autor6:


La fecha es muy prematura para incorporar este poema a la preocupación clasicista y humanista que se encendiera años más tarde con la corriente de este tipo, literaria y estética, de venero transpirenaico. No cabe pensar tampoco, por la formación humanística del autor, que se propusiera graves empeños, ya que, para él, era peregrina la lengua del Lacio, de la que tendría sólo las enseñanzas que recibiera en algún Colegio mayor. Su escrito parece sólo una pirueta de humor, mas podemos deducir de su lectura que seguía existiendo todavía un estado de opinión que hacía remontar la ascendencia de nuestras fiestas de toros a los juegos circenses de la antigüedad clásica.


La afirmación de que al ignoto poeta macarrónico le "era peregrina la lengua del Lacio" resulta excesiva, y más bien motivada por prejuicios del crítico hacia el género (cf. p. 121: "el autor del opúsculo califica su trabajo de Poema Macarronicum y no lo hace con sobrada modestia") por desconocimiento de éste, y consecuente incapacidad de distinguirlo de cualquier tipo de composición híbrida.


Ciertamente, algunos rasgos de la sintaxis del poema (uso frecuente del cum instrumental, abuso del gerundio en abl.), así como algunos sospechosos macarronismos semánticos (cf. 5. 1. 3) podrían interpretarse como rasgos de incompetencia lingüística traducida a latinus grossus7; pero, por otra parte, la presencia no infrecuente de calcos de Virgilio, Ovidio, Estacio, Lucano, Marcial, Horacio, Lucrecio y Silio Itálico, y, sobre todo, la soltura en la composición sin desmayo y de modo casi impecable de centenares de hexámetros macarrónicos y latinos exige algo más que el ligero barniz de latín que atribuye categóricamente Toro Buiza al macarronista. Es, de hecho, un prurito latinista el que guía, en parte, la segunda redacción del poema.



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1 En España este fenómeno estaba acentuado por la ignorancia generalizada del latín a finales del siglo XVII y comienzos del siguiente (cf. L. GIL FERNÁNDEZ, Panorama social del Humanismo español (1500-1800), Tecnos, Madrid 1997, 2ª ed., p. 337).

2 Cf. ARCHIVO HISPALENSE VI, núm. 15, 1946, p. 121. Debo el conocimiento de la edición del Archivo Hispalense a la amable indicación del Dr. D. Joaquín Pascual Barea, quien me proporcionó asimismo una copia de ella.

3 Ib. p. 121

4 ib. p. 121. Tampoco la conoce José María de Cossío en su monumental obra sobre tauromaquía.

5 ib. p. 121

6 ib. p. 121-122

7 No debe olvidarse, empero, la advertencia jocosa que hace el autor sobre los "latinajos" que emplea su Musa (cf. PM14PM23).


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