CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

viernes, 16 de abril de 2021

EL MACARRONEO EN LOS "VERSOS HEROICOS MACARRÓNICOS" DE "LA PÍCARA JUSTINA"


 

2. 5. El macarroneo en el De Marquesa Motarum.


2. 5. 1. El léxico macarrónico.


2. 5. 1. 1. Macarronismos léxicos.


La macarronización latinizante deja su impronta en voces como cardatores, cardatorum, stafatora y aceitatos. El mismo designio cómico trasluce tras el perfecto pacivi. El poeta se esfuerza en incluir en el cuerpo léxico de la macarronea algunas de sus creaciones lingüísticas presentes en la novela de La pícara Justina como poeturrius y princepa.


2. 5. 1. 2. Macarronismos morfológicos.


La única posible transgresión digna de comentario es el potatus del v. 1, aparentemente usado con el valor de un participio de perfecto de un inexistente *potor.


2. 5. 1. 3. Macarronismos de calco.


Son notables las expresiones transcedere tejas y cosas de marca minori, empleadas de forma similar en el desarrollo de la novela.


2. 5. 1. 4. Frecuencia de los macarronismos.


Los hexámetros que contienen un solo macarronismo son tres (2, 8, 9), que suponen el 21, 92% del total.


Los versos que cuentan más de un macarronismo ascienden a 13 (1, 3, 4, 5, 6, 7, 10-14), representado el 78, 57% del total.


Por primera vez en la historia de la macarronea española no aparecen hexámetros íntegramente latinos.


2. 5. 1. 5. Función estilística de los macarronismos.


Los macarronismos son sabiamente empleados hasta el v. 8 con un fin paródico referido a la tradición épica clásica. El poeta se presenta a sí mismo (Marq. 1) como uno de los poetas inspirados ridiculizados por Persio en el prólogo a sus Sátiras (cf. prol. 1: "nec fonte labra prolui caballino"). El poeta macarrónico, a diferencia de Persio, sí ha mojado sus labios en la fuente de Hipocrene, aunque lo expresa de modo más rotundo (potatus), y deja clara su calidad de poeta desde el principio con un expresivo poeturrius, trasunto macarrónico de un derivado castellano empleado en la misma novela. En Marq. 2 hay un cruce de dos calcos clásicos, uno atribuido a Virgilio por Donato y Servio1: "ille ego qui quondam gracili modulatus auena / carmen et egressus siluis uicina coegi"), que le sirve a López de Úbeda como marco de referencia nostálgica al pasado, y otro de Persio (cf. prol. 2-3: "nec in bicipiti somniasse Parnaso / memini, ut repente sic poeta prodirem"), que proporciona el motivo para la parodia del elemento clásico. Persio no recuerda haber soñado, en posible referencia al poeta épico arcaico Ennio2, en el Parnaso, cuyas dos cumbres están consagradas a Apolo y a las Musas o Dionisos respectivamente, para haberse hecho de golpe poeta. El ficticio autor macarrónico se sitúa, por el contrario, entre el linaje de poetas sujetos a sueños de inspiración poética, como Hesíodo, Calímaco o el mismo Ennio, y criticados por Persio, aunque, de acuerdo con una intención paródica, el sueño en el Parnaso se ve sustituído por la acción de pacer (pacivi), propia, sin duda, del mal poeta (poeturrius), casi un asno3, que, como tal, ya ha abrevado (potatus) en la "fuente Cabalina"4. Este "diálogo subterráneo con los clásicos" como lo denominaba Mario Chiesa va sin duda dirigido a un público culto que sepa apreciar tal parodia cultural. El ficticio vate macarrónico se autorrebaja (poeturrius, potatus, pacivi) para buscar el efecto cómico nacido del contraste con las fuentes clásicas utilizadas, que, lejos de ser objeto de sarcasmo, no dejan de brillar luminosamente en su superioridad referencial.


En la enumeración de "títulos reales" de la heroína pícara que se desarrolla hasta el final de la breve composición, los estilemas relevantes son los constituidos por las anáforas latinas de haec (vv. 10-14) e inter (vv. 13-14), y por el valor expresivo de los epítetos macarrónicos escogidos, que reside en el contraste jocoso entre el esfuerzo latinizante de la macarronización de su significante y la bajeza de su significado. Notable es, por otra parte, el caso de princepa (Marq. 10), término que aparece otra sola vez en el cuerpo de la novela, conviviendo con el normativo princesa, y que es índice claro, junto a poeturrius y los macarronismos de calco empleados, del esfuerzo expresionista del autor en la forja de voces macarrónicas.


2. 5. 2. Sintaxis macarrónica.


No hay ningún rasgo especialmente estridente respecto a la normas clásicas. Es de señalar el empleo novedoso de un tipo de complementación generalizado en latín por los poetas de época augústea, el infinitivo complemento de un adjetivo, en este caso macarrónico (cf. Marq. 3).


2. 5. 3. Prosodia macarrónica.


2. 5. 3. 1. Regularidad prosódica general.


El respeto a las normas prosódicas es prácticamente total. Este hecho es particularmente reseñable, al insertarse esta macarronea en una obra literaria que pretende reproducir, de forma modélica, todos los esquemas métricos conocidos (cf. 2. 2.). Este hecho, más que ninguna otra cosa, puede darnos idea de las condiciones de creación artística presupuestas en el tiempo para la composición de macarroneas. Entre ellas, resulta, pues, evidente la de regularidad prosódica. Tal regularidad se extiende también a las terminaciones. La única excepción radica en el ablativo breve del macarronismo de calco de marcă minori (Marq. 6), fenómeno por otra parte frecuente en la poesía macarrónica canónica cuando lo que se trata es de adaptar del modo más fiel posible sintagmas y expresiones vulgares.


2. 5. 3. 2. Prosodia de las palabras latinas.


El elemento latino retrocede en importancia frente al macarrónico en Marq. como ya se ha comentado en 2. 5. 1. 4. Aparte del alargamiento en arsis en el ego del v. 1, no existe otra licencia prosódica citable. Se han localizado tres voces aparentemene latinas (Cabalino, Herculea, sutilis).


2. 5. 3. 3. Prosodia de los macarronismos.


El respeto por las normas prosódicas latinas es escrupuloso. Tal respeto es evidente tanto por lo que toca a la ley de la penúltima (sobre todo en el caso de los esdrújulos -picăros, Roldanĭca- y en el de una voz aparentemente latina como sutīlis [cf. lat. sutĭlis]), como a la ley de la posición, a la que se le puede señalar una única ruptura, y por ende aparente (căchetes). Encontramos sílaba anceps delante de 'z' al modo folenguiano (măzorcam / māza), y la posible consonantización de 'i' prevocálica o tratamiento prosódico largo de diptongo vulgar de origen en poeturrius.


2. 5. 4. Métrica macarrónica.


2. 5. 4. 1. Características.


Marq. consta de 14 hexámetros κατά στίχον.


a) Los cuatro primeros pies: distribución de dáctilos y espondeos.


TIP.

TOTAL

Nº ORDEN Marq.

Nº ORDEN VERG. Aen.

Nº ORDEN OV. met.

SDSS

4 = 28,57 %

1

4

-

DSSS

3 = 21,42 %

2

1

2

SSSS

3 = 21,42 %

3

5

15

SSDS

2 = 14,28 %

4

7

-

DDDS

1 = 7,14 %

5

11

6

SDSD

1 = 7,14 %

6

6

-


14



Virgilio impone la norma métrica, aunque la correspondencia de series no es exacta.


b) Elisiones.

TIP.

TOTAL

1A

-

1T

2 = 40 %

2A

1 = 20 %

2T

-

3A

-

3T

-

4A

-

4T

1 = 20 %

5A

1 = 20 %

5T

-

6A

-

6T

-


5


La elisión tiende a ocupar los lugares tradicionales. La primera tesis, segunda arsis y cuarta tesis tienen más elisiones que las que encontramos en la primera arsis y sexta tesis. Se observa también la tendencia a no hacer elisión en la quinta tesis y sexta arsis. No hay casos de hiato.


c) Cesura y monosílabo ante cesura.


TIPOLOGÍAS

TOTALES

VERG.

PENTEMÍMERES

12 = 85,71 %


12 = 85,71 %


99,62 %


TRIPLE A

-

TRIPLE B

-


2 = 14,28 %


0,38 %

HEPTEMÍMERES

2 = 14,28 %


14




Igual que en Virgilio, la cesura más frecuente es la pentemímeres. No hay monosílabo ante cesura, de acuerdo con la norma clásica, que lo evita.


d) Estructura silábica y finales de hexámetros: el monosílabo final.


TIPOLOGÍA

TOTAL

VERG.

OV.

2 + 3

10 = 71,42 %

32 %

35,5 %

3 + 2

3 = 21,42 %

53,5 %

55 %

1 + 4

1 = 7,14 %

-

-


14



Las series más frecuentes son las mismas utilizadas por Virgilio y Ovidio. No existe monosílabo final, que es también evitado por la norma clásica.


_________________

1 Cf. ap. de fuentes.

2 Cf. PERSIO, Sátiras, ed. bilingüe de Rosario Cortés, Cátedra, Madrid 1988, p. 100.

3 Sobre la especial antipatía hacia las artes atribuida a este animal cf. glosa autógrafa a otios. 457 "quatuor mathematis".

4 El autor empleaba ya este término en su novela como dilogía en referencia a un mero abrevadero de caballos (cf. glosar.s.u. 'cabalinus'). En la literatura de la época puede encontrársele usado en su sentido propio: "Beberan los estudiosos / agua pura, cristalina / de la fuente Cabalina / en estos vasos preciosos" (cf. F. DE LUQUE FAJARDO, Relación de la Fiesta que se hizo en Sevilla a la Beatificación del Glorioso S. Ignacio fundador de la Compañía de IESVS, con licencia en Sevilla por Luis Estupiñan, año 1610, f. 12 (11) r.).


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