y cuántos los
solecismos que en una clase regüelda
Porcio, y qué cuantía
mata Bernal de modorros,
y cuántas rimas suela
atacar la talmúdica musa, 405
y cuántos rábanos
roza Armigio en sola una cena,
o cuántos traga
pasteles Alcides pastelicida,
y en una hora sola
cuántos sermones hilvana
tu egregio obispo,
Zamora (los dioses así lo quisisteis).
Baste decir que librada
fue sin sangre la justa, 410
sin broqueles, sin
lanzas, y sin andar de caballos,
y nada faltó en
aqueste torneo de tales arreos.
¿A qué recordar con
cuánto vigor ristraban sus lanzas,
cuánto sudor de
caballos, y cuánto, pernetas picando,
hincaban espuelas, y,
jadeante, cúan resoplaba 415
del Badilón hobacho el
corcel? Mas al cabo la justa
cumplida, cuyo juez
resultaba Príapo mismo,
las ganadoras declara
en la folla a las ninfas hermosas,
y merecedoras del
precio, creo que veinte reales.
404
Porcio
cambiado el nombre se cuenta tu historia, Francisco Sánchez.
Bernal, boticario y luego médico, o mejor dicho, mulomédico.
407
En verdad confieso ignorar qué es. Alcides
pastelicida. Del
harto esforzado Carranza1
habla el temerario poeta.
409
D. Juan Manuel, entonces obispo en Zamora.2
413
El poeta enseña a contar estas escabrosidades.
________________________________________________
1
Montero y Solis (ib.p.
655) -véase sus lecturas divergentes en este paso- lo identifican
con el primado Bartolomé de Carranza, preso entonces de la
Inquisición en un sonado e injusto proceso que provocó incluso
protestas en el estamento eclesiástico.
2
Informan los mismos de que un
tal Juan Manuel fue titular de esa diócesis del 19 de enero de 1565
al 4 de junio de 1574 (ib.
p. 655).
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