CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

viernes, 15 de diciembre de 2017

TRADICIÓN TEXTUAL EN LA EPÍSTOLA MACARRÓNICA DEL DR. DIEGO SÁNCHEZ





La epístola macarrónica del Dr. Sánchez se conserva en un único manuscrito que ocupa los ff. 123v.-126r. de un cartapacio misceláneo de mediados del siglo XVI localizado, a su vez, en la Biblioteca Real, sign. II / 1577 olim 2-B-10.

El volumen fue descrito en 1914 por Ramón Menéndez Pidal, junto con otros misceláneos de la Biblioteca Real1. Le asigna el número II, llamándolo “cartapacio de Pedro de Lemos, vecino de Toro”, según se advierte en el incipit, y hace de él la siguiente descripción: “292 hojas. Papel de varias clases y muy diversas letras. El tomo está compaginado en 1906 con fragmentos de la antigua colección de cuatro volúmenes, éstos fueron deshechos, por hallarse antes sus pliegos cosidos en gran desorden.-205 x 154 milímetros; corte muy desigual -PASTA. SIGNATURA 2-B-10, Poesías Varias, tomo I”. Menéndez Pidal lo sitúa a mediados del siglo XVI: “pertenece al tiempo de Carlos V, si bien ya llama “rey nuestro” a Felipe II (fol. 100 v.), refiriendo sus amores con doña Isabel Osorio”, y afirma que fue formado por personas afectas a la Universidad de Salamanca, y que se conservó en la biblioteca de los Colegios Mayores de dicha Universidad, hasta que de allí pasó a la Biblioteca Real en 1806-1807.

José Antonio Ahijado Martínez piensa, por el contrario, que el cartapacio perteneció a la extensa biblioteca formada por Don Diego Sarmiento de Acuña, primer conde de Gondomar (1526-1626) a partir de 1598 en su casa de Valladolid, la llamada “Casa del Sol”2. Esta biblioteca, la más grande reunida en la Castilla de la época, fue tomada en posesión por Carlos IV en 1806, y “no cabe duda que el grueso de su contenido ahora se encuentra en la Biblioteca de Palacio, donde fue a parar también la mayor parte de la correspondencia de Gondomar”3. Ahijado Martínez basa su asertación en una información contenida en el Inventario de la biblioteca de la Casa del Sol caligrafiado por Enrique Teller, segundo bibliotecario del conde de Gondomar, en 1623, y que se basaba, a su vez, en el inventario realizado por el anterior bibliotecario, Étienne o Esteban Eussem, en 16194. Dicho inventario se conserva en la Biblioteca Nacional, y fue reproducido por Manuel Serrano y Sanz en 1903. Bajo el epígrafe de “libros de poesía, comedias, y historias fabulosas”, el inventario de 1623 recogía la siguiente referencia: “Libro de Poesías; llámase Arca de Noë. 4.º”5. Ahijado Martínez piensa que este volumen es el cartapacio de Lemos que contiene nuestro poema, y para ello remite al incipit del volumen descrito por Menéndez Pidal, que nos indica quién es su propietario, y cúal es el carácter de la obra (la cursiva es nuestra):

“Este libro es de Pedro de Lemos vezino de la ciudad de Toro en el qual ay recopiladas todo genero de obras en diuersos stilos porque en el hallaran cartas en prosa y versos y Sonetos y sparsas y comparationes y lamentationes y Glosas y villancicos y Sermones y dialogos y chistes y muchos quentos graciosos y en fin tantas cosas que sunt plura negotia quam vocabula porque este cartapacio es el arca de Noe donde se hallaron todo genero de cosas y ansi ay en el de o[mni] genere piscium y porque la gente y gustos son muy d[ife]rentes ay de todo genero para contentar a hijos de t[an]tas madres porque dize Horatio en el arte poetica: “Om[mi]sit puctum qui miscuit vtile dulci” y ansí aunque non est licitum m[is]cere sacra profanis por no despedir a ninguno de la tienda con dezir no lo ay butirum & mel ponam vt sciant reprobare malum (lectores) et eligere bonum y porque vean que por complacer a mí y a otros tomo este trabaxo de recoger estas cosas ninguno por amigo y pariente que sea me lo pida porque sera verba in aerem effundere y cobrara verguença en cara y manzilla en coraçon porque se ira el pero por no hazer yo regla sin fallencia o exception protesto so pena de graues juramentos que si no fuere a Antonio de Cisneros que sobre campo de parentesco tenemos asentada la maior amistad que pudo auer en ningun Romano y ansí el con las damas, pues mi coraçon es suio mejor lo seran mis cosas y si alguno pretendiere hurtarlo por no lo poder sacar de mí desde agora le auiso que si me faltare seis dias que lo descomulgare hasta carta de anatema y repicar
campanas y no se lo perdonare en
los dias que
biuiere
y si qui
siere sa
car algo del yo doy mi fe de
aiudarle con todo mi poder
y tername aherrojado y en u
na muy
obscura
mazmo
rra a su serui
cio echado testi
gos diego alderete y juan
de anduxar y pedro de Lemos”.

Si se tiene en cuenta que el bibliotecario Eussem, autor del primer inventario de 1619, leía los manuscritos que carecían de título para ponérselo y referir de qué trataban6, es totalmente verosímil establecer, de acuerdo con Ahijado Martínez, que la metáfora que identifica el cartapacio de Lemos con el arca de Noé le sirvió como título en el Inventario Eussem-Teller de 1623.

El poema de Diego Sánchez ocupa, como se ha dicho, los folios 123v. a 126r. Presenta el siguiente título: “MAGNIFICO DOCTORI / Vtriusq iuris Franco. de Var / gas. D. Didac’ Sanci’. de Al / caudete .S. Macharroni / cam .D.”. Su incipit reza “Quam legis ex nostra Marchena littera uenit”, y al final: “Explicit Macharronica / Scripsit me Ioannes Vazquez” (entre ambas líneas y de otra mano se lee: “compañero de Augustin de guedeja en salamanca .1551.”).

El texto, en el aspecto gráfico, mantiene el uso de ‘v’ en posición inicial absoluta, y de ‘u’ en posición interior de palabra. El diptongo ‘ae’ es representado sistemáticamente con ‘e’ caudada, y la doble ‘s’ mediante el signo ‘β’. Hay algunos ejemplos de ‘oe’ por ‘ae’ (cf. vv. 23, 67, 71, 106).










1 cf. R. MENÉNDEZ PIDAL, "Cartapacios literarios salmantinos", BRAE, I [1914], pp. 43-44, 166-167, 170; estudio y macarronea citados posteriormente por A. BLECUA, "Libros de caballerías...", p. 149 n. 5, y más imprecisamente por F. MÁRQUEZ, "Teófilo Folengo...", p. 274 n. 20: "R. Menéndez Pidal da otras noticias sobre una correspondencia macarrónica entre escolares salmantinos de hacia mediados del XVI".
2 Tuve el honor de conocer al Sr. Ahijado Martínez en su lugar de trabajo, la Biblioteca Real, a donde me desplacé en busca del manuscrito. Comentando yo al acaso la localización salmantina ofrecida por Menéndez Pidal, el Sr. Ahijado compartió conmigo su hipótesis, inédita, y me proporcionó una copia del artículo escrito en colaboración con Ian Michel sobre la biblioteca del conde de Gondomar (cf. IAN MICHEL-JOSÉ ANTONIO AHIJADO MARTÍNEZ, "La Casa del Sol: La biblioteca del conde de Gondomar en 1619-23 y su dispersión en 1806", en Mª. L. LÓPEZ-VIDRIERO-P. M. CÁTEDRA (edd.), El libro antiguo español III. El Libro en Palacio y otros estudios bibliográficos, Ediciones Universidad de Salamanca. Patrimonio Nacional. Sociedad española de historia del libro, 1996, pp. 185-200), y del de Serrano y Sanz sobre la misma biblioteca (cf. M. SERRANO Y SANZ, "Libros manuscritos o de mano (de la biblioteca del conde de Gondomar)", RABM, 3ª ép., año VII, t. VIII [1903], pp.. 65, 296-297). Le reitero desde aquí mi agradecimiento, aunque él declinó modestamente el ser citado.
3 Cf. I. MICHEL-J. A. AHIJADO, o.c., p. 197.
4 Cf. ib., p. 191.
5 Cf. M. SERRANO Y SANZ, o.c., p. 297.

6 Cf. I. MICHEL-J. A. AHIJADO, o.c., p. 198.


Imagen: Biblioteca del Palacio Real de Madrid

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