viernes, 25 de enero de 2019

LA MACARRONEA DE FRANCISCO PACHECO: Traducción (XVI)


Otra bastarda resulta, amores causa bastardos,
y derechos no otorga más que a plebeya canalla;                        215
de ésta un niño obsceno, aquel bastardito Cupido
es hijo, asqueroso por su greña, de cara sucísimo,
y acechar acostumbra no más que humeantes tabancos,
y las mulatillas que están sentadas sobre el altabaque.
A ésta, pues, se dirige Luzbel, a quien férrea puerta                    220
encierra (lo llaman burdel). Una casa lar de casillas
junto a los muros está, de callejas revueltas repleta;
aquí a estafar a ribaldos el cairo a bribonas guimaras
se fuerza, y a dar a la diosa Venus su sueldo honorable.
La propia Venus se asienta gallofa en negra botica,                     225
solicitando gajes, y distribuyendo tareas.
Así se afanaba, cuando a través del techo el Diablo
entra; y ella viéndolo, con tiernas palabras pregunta:
“¿Qué se te ofrece, Luzbel? ¿a estas horas qué vienes buscando?
Dime, hermano amado, una causa sin duda importante              230
te hace venir, como veo, si en algo ayudarte por caso
puedo yo misma, dilo; con gusto estaré a tus órdenes”.




214 Madre de las putas.
220 Así se llama cierta puerta del burdel hispalense.
222 Topografía del burdel; ¡cuánto me desagrada que la conozca tan exactamente nuestro poeta!
224 Mejor mobile “movible”, pues se gana con la movilidad de riñones y grupas.


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