El Almirante de hecho los trató cortesmente,
Y gracias muchas, alegre y mostrando su rostro benigno,
Por las honras hechas les reiteró largamente. 335
¿Qué cortesías no hizo con su cuerpo y su cara?
¿Qué alabanzas no dijo sin parar de la villa?
Ya que era después de la Corte la mayor por derecho,
Ya que era la primera en grandeza y en sangre preclara,
Y de entusiasmo lleno llamola emporio del orbe; 340
Así alababa a todos a quienes de ver no dejaba,
Pues por ver a aquél a montones todos venían,
Y todos visitas muy numerosas gustaron hacerle.
¡Con qué cumplimientos el Almirante, con qué blandos términos
A todos trataba!¡cuán risueño y cuán palabrero 345
Daba cumplido a todos señoríos1 a una!
Ni del Duque de Osuna las visitas variadas
Ni su séquito enorme podré callar por ahora;
De hecho, su palacio, por más que grandísimo, entero
Nunca se vaciaba de los numerosos magnates. 350
Muy mozo que fuera, pero discreto lo era sobrado,
Capaz, prudente, y era de condición generoso.
Le visitaban contentos nobles de todo linaje:
Muchos condes iban a verle con harta frecuencia,
Y de entre los marqueses iban a verle a montones; 355
Él con todos era cortés, con todos afable,
Con hechos y dichos los corazones a todos robaba.
Esto me baste ahora de ambos decir: ciertamente
Los sucesos que restan en versos contarlos procuro.
______________________
1 Cf. glosario s.u. 'señorium'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario