Y no mal librados fueron por esta sentencia los gatos, 400
Pues no habrá faena inútil entre banquetes;
Y las huestes ratunas ocupan inmensas el campo
Donde los gatos riza1 harán comiendo ratones:
A éstos matando, conseguirán dilatados almuerzos.
En suerte así les toca, a tal destierro llevados, 405
Llenar valientemente sus vacías barrigas.
Los susodichos al punto el tenor cumplen de la sentencia;
Aparejan las uñas, marchan hecha mochila2,
De día y de noche todos llevando el paso caminan.
Al fin en las lagunas pararon tarde llegando, 410
Cumplido el día, cuando el silencio de media noche
Todo tenía tranquilo, en silencio y apaciguado,
Cuando hemisferios, a quienes balanza fiel cupo en suerte,
Hacen dos los tiempos del día y de la noche,
En mediodía el de abajo, y en medianoche el de arriba, 415
De pabellón renegro y oscuro manto cubierto.
Aunque las tinieblas enturbian la faz de la tierra,
Todo el cielo empero reluce al brillar de los astros.
Ninguna voz articulada ni sílaba suena,
Solamente se oía a los perros ladrando de lejos, 420
Y Febo a los antípodes luz daba en su meridiano;
El cono de sombra opuesto en el orbe nuestro descansa.
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1 Cf. glosario s.u. ‘riça’.
2 Cf. glosario s.u. ‘mochila’.
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