viernes, 21 de septiembre de 2018

LA MACARRONEA DE FRANCISCO PACHECO: Tradición textual





Imagen: incipit del manuscrito H de la Hispanic Society of America.





1. Las fuentes manuscritas conocidas hasta mediados de la primera década del s. XXI.

El poema macarrónico, inédito, atribuido a Francisco Pacheco nos ha sido transmitido en varios manuscritos del s. XVI. Macarronea del Licençiado / Pacheco hecha el año / de sesenta y cinco es el título que figura en la primera copia conocida del poema (B), recogida en el vol. 180 (Varios, 21; ff. 363r-391v) de la llamada “Fernán Núñez Collection”, una muy amplia colección de manuscritos españoles, sobre todo del siglo XVI y XVII, que forma parte desde 1984 de la Bancroft Library de la University of California at Berkeley. J. I. Díez Fernández reveló su existencia en 19971.

La primera mención a la obra la hace Kristeller, cuando recoge la siguiente referencia de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia (BRAH, Madrid): “Francisco Pacheco, poema maccaronicum, in two books, 22-4-75. Now 9 / 4129”2. Pero, como indicaba J. F. Alcina3, lo único que queda en la actualidad es un notación en el índice donde se lee: “Francisci Pacieci poetae hispalensis poema maccaronicum in duos libros divisum. Es un poema satírico y obsceno”, y al margen “Falta”. Estimaba el profesor Pozuelo que podría ser el mismo poema de la Bancroft Library en otra versión4.
El descubrimiento de un segundo manuscrito (Z) de la obra por parte de Juan Montero y José Solís de los Santos5 confirmó la hipótesis de la existencia de otras fuentes manuscritas de la macarronea. Dicha copia se encuentra en la Biblioteca Francisco de Zabálburu, en Madrid. La macarronea ocupa el documento 5 (ff. 74r al 81r) del códice ms. 245 del fondo Altamira de dicha biblioteca. Aparece registrada en el índice como: “Macarronea de Francisco Pacheco a Francisco Sánchez. Copia del siglo XVI. 1586. 9 fols. Humanística cursiva”. El folio 73 ofrece algunas noticias sobre el autor y su obra, así como la fecha de “-1586-”, fecha de la copia, como bien demuestran Montero y Solís. Tras colacionar ambos manuscritos señalan éstos leves divergencias textuales entre Z y B (copia menos cuidadosa y carente del aparato de glosas marginales de la primera), y deducen que ambas copias proceden de un mismo apógrafo o, por el momento, arquetipo, y que “dicho apógrafo puede ser la copia perdida de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, sobre todo para Z, que distingue claramente la obra en dos libros, pero no hay seguridad de que esta copia perdida sea la de Zabálburu6”.

2. Descubrimiento del manuscrito de la biblioteca de la Real Academia de la Historia dado por desaparecido.

Tras la publicación de mi citado artículo en Calamus Renascens 8 (2007), descubrí en el Iter Italicum, vol. V, col. 324-325, entre los manuscritos no catalogados (uncatalogued) de la biblioteca de la Hispanic Society of America7 en Nueva York una referencia a una copia manuscrita de la Macarronea de Pacheco del siglo XVI, desconocida para la crítica hasta la fecha:

Uncatalogued (Pacheco). cart. XVI. Fols. 219-226. Marginal notes.
f. 219. F. P. Hispalensis poeta ad lectorem huius operis excusatio, a poem, inc. Plus adamate mihi. 219. Incipit opus, a poem, inc. Ridiculae Musae furfantis numina vulgi. 223v. Lib. secundus. 226v. In Macharoneam Francisci Patiechi Hispalensis argumentum.

La escueta noticia del Iter Italicum me hizo pensar en una copia distinta, sin duda, del ms. B (diferente en su título, y carente de argumentos y escolios), y coincidente en su excusatio inicial, y su división en libros, así como en la existencia de glosas marginales con el ms. Z; también coincidía con éste en la existencia de argumentos, exactamente con la misma denominación, aunque su transposición tras el explicit del poema, distinta, pues, de su disposición en el del ms. Z, donde aparece (f. 73v) tras una nota aclaratoria inicial del copista (f. 73r) y su datación (ausentes también del nuevo manuscrito), y la advertencia al lector (f. 74v: Fr. P.8 Hispalensis Poetae ad / lectorem huius operis excusatio) me dieron en conjeturar que no se trataba de un mero apógrafo del ms. Z.

Tras realizar las pertinentes gestiones y conseguir una copia (en pdf) de dicho ms. (al que llamaré a partir de ahora H) pude realizar ciertas constataciones sobre la peculiaridad de dicho ms.

Por una parte, la cubierta sin numerar del cartapacio contiene la leyenda siguiente escrita a lápiz y de mano distinta y posterior a la del copista: “Francisco Pacheco- / vease la nota – uno debe devolverse a la Academia-", y en el ángulo inferior izquierdo se lee la signatura: “B3717”, de mano distinta y posterior a la del escoliasta9. Dicho ms., numerado del 219r al 226v, está escrito en letra cursiva humanística, de mano distinta a la del ms. Z, de unos 44 a 46 renglones por folio, tirados y sin llamada de folio a folio, dotados, a su vez, de apostillas marginales de la misma mano. Respecto a la nota que se menciona en la cubierta, ésta aparece en el margen superior izquierdo del f. 219r de la misma mano que la advertencia en cubierta, y reza del modo siguiente:

Esta “Macarronea” de Franc.co / Pacheco es, sin duda, la misma / que se hallaba antes en el / tomo III, fól. 219-226 de / las Misceláneas en fól. del / Marqués de Montealegre, / marqués de Villaumbrosa, / cuya coleccion existe actualm.te / en la Bibliot. de la Acad. / [de l]a Historia. Vease el Mus. / eo o Biblioteca selecta del / Excmo. Sr. Don Pedro Nuñez / [d]e Guzman, marqués de / Montealegre, y de Quintana, / conde de Villaumbrosa, / por el licenciado Don Joseph / Maldonado y Pardo. fol. 168.

La obra aludida por el anónimo escoliasta es Museo o Biblioteca selecta del Excmo. Señor Don Pedro Núñez de Guzmán, marqués de Montealegre y de Quintana, conde de Villaumbrosa, escrita por Joseph Maldonado y Pardo, y publicado en 1677 en Madrid, por Juan de Paredes. El marqués de Montealegre fue un eminente bibliófilo, que reunió una de las bibliotecas más nutridas del siglo XVII español. Maldonado redactó, pues, un catálogo de ésta, que fue profusamente citado posteriormente por Antonio Rodríguez Moñino en su estudio "La colección de manuscritos del Marqués de Montealegre (1677)", en Boletín de la RAH, Madrid (1950-1951), tomos 126-128. Rodríguez Moñino señala que dichos fondos formaban parte de la colección "Salazar y Castro"10 de la Biblioteca de la Academia de la Historia en Madrid, y que fueron objeto de pillaje por parte de desaprensivos que vendieron parte de estas obras a bibliotecas extranjeras.

La precisa referencia del escolio del ms. de la macarronea de Pacheco viene a coincidir, efectivamente, con la noticia de Kristeller y de J. F. Alcina11, y permite identificar fehacientemente el ms. de la biblioteca de la Hispanic Society of America con el presuntamente sustraído de la Academia de la Historia de Madrid; es cierto, por otra parte, que de la admonición del escoliasta para que se devolviera uno a la Academia (la de Historia, evidentemente, cosa que, por otra parte, es notorio que no se hizo), puede deducirse la existencia de un duplicado del que no se tienen más noticias.

En cuanto al aspecto textual, el ms. presenta lecturas que lo alinean, en su mayoría, con las del ms. Z, frente al muy incorrecto ms. B, aunque también ocurre en ocasiones viceversa, dada la deliberada, en mi opinión, labor de contaminatio y emendatio del copista del ms. Z; ofrece, asimismo, lecturas propias que lo hacen, en la mayoría de casos, preferible para el editor. Resulta, pues, el más fiable de los mss. conocidos hasta el momento. En cuanto al aparato de glosas marginales, presenta escolios ausentes del ms. Z (aunque es más frecuente el caso de las glosas sólo conservadas en el ms. Z), y un pequeño número que sólo se ha transmitido en el ms. H.

3. Conclusiones de la recensio de las fuentes manuscritas.


Tras la preceptiva collatio de las tres fuentes manuscritas conocidas al presente, los denominados mss. B, H, y Z, puede establecerse una primera división clara entre el ms. B y los otros dos, como provenientes de dos subarquetipos distintos, basándose en una serie de evidencias. En primer lugar, el ms. B es el único que presenta un título explícito, e incluso es el único que señala expresamente el año de presunta composición del poema (Macarronea del Licençiado / Pacheco hecha el año / de sesenta y cinco); cierto es que ofrece también una división en dos libros aunque queda enmascarada por su distinta expresión (la segunda parte se denomina Pars Macharroneae / De Potentia amoris). En segundo lugar, puede señalarse la absoluta falta de los argumentos a los libros y la glosas marginales que salpican los mss. H-Z. Finalmente, en lo tocante al aspecto textual, el texto presenta numerosas corruptelas, de modo que sus lecciones son sólo preferibles a las de los dos otros mss, en 9 v., mientras que deben ser preteridas frente a las del resto de mss. en 268vv; por ende, el ms. B omite 6vv. de los otros mss. (150, 405, 408, 434, 539), y ofrece, a su vez, un verso (237), ausente de H y Z, y sospechoso de haber sido interpolado.

El ms. B, pues, representa una rama de una tradición distinta a la de los mss. H y Z. De los numerosos apógrafos que se hicieron del autógrafo o autógrafos de Pacheco la tradición textual que encarna B es una, evidentemente, mucho más descuidada e imperfecta, lo cual demuestra, indirectamente, la intensa difusión manuscrita que conoció la macarronea de Pacheco; no hay, sin embargo, en B, aparte quizás del señalado v. 237, pruebas de transmisión horizontal, que complica la emendatio en la tradición más fiable de los mss. H y Z.


La afirmación de que los mss. H y Z constituyen dos ramas distintas emanantes de un mismo subarquetipo está fundada en un grupo de indicios. Primeramente, ambos mss. presentan sendos argumentos a cada uno de los libros, aunque el ms. Z los coloca antes de la excusatio, y el ms. H tras el explicit (In Macharroneam Francisci Paciechi / Hispalensis argumentum ms. Z; Liber Primus In Macharroneam Francisci Patiechi Hispalensis Argumentum ms. H; Liber secundus ms. Z; Lib, 2. ms. H). Los primeros 24 versos constituyen un prólogo o exordio de intención exculpatoria en dísticos elegíacos (bajo el título F(r). P. Hispalensis poetae ad / lectorem huius operis excusatio en los mss. H y Z), de reminiscencias folenguianas, y los restantes 612, que forman el cuerpo de la obra, se presentan bajo la forma de hexámetros dactílicos tras el epígrafe INCIPIT OPVS, que sí aparece también en el ms. B. Es, asimismo, característico de estos mss. el abundoso cuerpo de escolios de variado tipo que ya analizamos aquí; por el contrario, la distribución de glosas en uno y otro resulta distinta; así, el ms. H ofrece 27 menos que el ms. Z, que, a su vez, carece de 9 escolios sí supervivientes en H. Por otro lado, el ms. Z ofrece una nota de realia, obra del copista, en la cubierta del ms., en la que se fecha también la copia:

Francisco Sanchez fue vn gramatico muy arrogante y sober / bio catredatico de S miguel al tiempo que Pacheco escriuio esta / macharronea y con quien el estaba muy mal, muestralo bien en las / muchas veces que le maltrata. Este hizo en la muerte de / vn alcalde de la Audiencia de Seuilla vn epigramma que empeça / ba: quam sint res hominum fragiles, quam mente caduca, etc / el qual epigramma mete aquí algunas veçes Pacheco burlan / do del principalmente todo este verso entero y en otra parte / donde dize: Moçaraues Mussae dicentes jura popelo, y por / que deçia el grammatico en el epigramma que hirio la muerte / a aquel Alcalde dicentem jura popelo sobre lo qual hizo / en otra parte Pacheco vn disthico que deçia

Carmine qui curto dicit Hispalim, esse Popellum
quid Mançanillam dixerit ille suam?

Porque era el Fran.co Sanchez natural de vna aldea de / Seuilla que se llama Manzanilla, en La Satira lo / refriega tambien asperamente debaxo del nombre del Padre de Gerundios, auiso desto porque se entienda con mas gusto -1586-

Esta nota revela en el copista un espíritu de editor, que se hace, asimismo, patente en una reveladora subscriptio:

finis Huius / bien pudiera corregir algunos versos adulterados / por culpa de los que han trasladado y que ban en esta obrilla / pero seria vn atrebimiento grande y digno de solo el / autor della y ansi correran, Pero se dezir aun / que es este traslado el mas çercano al original de quan / tos agora ay holgaria que pareciesse alla lo que ello es / que a mi voto es incomparable en este genero de Seuilla / 7 de Marzo

En ella, pues, el amanuense advierte de la existencia de otros mss., y de su labor de collatio (se dezir aun / que es este traslado el mas çercano al original de quan / tos agora ay), que se demuestra por añadidura por los alii mencionados en la glosa al v. 497.
Por otra parte, su afirmación de que no ha corregido los versos, bien pudiera sonar a excusatio non petita; lo cierto es que tal labor no fue siempre feliz, y, así, en 72vv. las lecciones de los otros mss., el B, deterior, y el H, optimus, le son preferibles. A demostrar el hecho de la contaminatio del ms. Z -sin excluir correcciones ope ingenii del propio copista-, se añade el hecho de que en los 74vv. en que las lecciones de H son preferibles a las de B y Z, éstos ofrecen lecturas distintas entre sí en 44vv.; y, viceversa, en los 13vv. en que surgen lectiones meliores del ms. Z frente a H y Z, éstos ofrecen versiones diferentes entre sí en 7vv.
En conclusión, la transmisión horizontal del ms. Z permite considerarlo un codex mixtus, en el que destaca el designio del copista de usar la libertad propia del editor para ofrecer un texto lo más acabado y perfecto posible. Esta intervención del copista-editor podría rastrearse en el corpus de escolios de los mss. H y Z, que los opone al ms. B, que carece de éstos. De tal suerte, de las 27 glosas que sólo se dan en Z, algunas podrían deberse al amanuenense, como aquellas que sirven para identificar algunos personajes del poema con su referente real (vv. 281, 324, 328, 429), o constituyen glosas de realia (vv. 164, 526 -parcialmente-, y 632 -las dos últimas redactadas en castellano); por el contrario, de las 9 glosas exclusivas de H ninguna tiene el carácter de las que se acaban de analizar en el ms. Z.
Debe decirse, empero, que de la glosa al v. 497 se deduce que el copista del ms. H tuvo a la vista otros mss.; sin embargo, parece demostrar una mayor fidelidad a un apógrafo único, a lo que puede que no sea ajeno el hecho de que los argumentos a los libros aparezcan al final del ms., demostrando, pues, una práctica ajena a la marcadamente editorial de la del copista del ms.Z.


4. Criterios de edición.


He intentado mantener, en lo posible, el usus scribendi coincidente de los 3 mss., todos del siglo XVI, de acuerdo a los siguientes criterios:
-Conservo la v al inicio de palabra, tanto en posición vocálica como consonántica, y el uso de u en interior, tanto en posición vocálica como consonántica, usus generalizado en los mss. Z y B, y más vacilante en el ms. H.
-Hay una tendencia a la prótesis con e ante s inicial en el ms. H, que he conservado en la medida que no estorba a la correcta escansión de los versos que permita las lecciones aprotéticas del resto de mss.
-Elimino la j ramista, que no es sistemática, por otra parte, en el conjunto de los mss., en las palabras latinas para resaltar más su valor fonético en los macarronismos.
-Resuelvo las abreviaturas, que son menos abundosas en el ms. H.











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1 J. Ignacio Díez Fernández, ‘Textos literarios españoles en la Fernán Núñez Collection (Bancroft Library. Berkeley)’, DICENDA, Cuadernos de Filología Hispánica, 15 (1997), 139-182 (p. 181).
2 P. O. Kristeller, Iter Italicum, vol. IV, col. 513b (Londres-Leiden, 1989).
3 J. F. Alcina Rovira, Repertorio de la poesía latina del Renacimiento en España (Salamanca: Universidad de Salamanca, 1995), p. 134.
4 Bartolomé Pozuelo Calero, (2004), p. XCV-XCVI.
5 Juan Montero y José Solís de los Santos, ‘La macarronea sevillana del licenciado Francisco Pacheco’, en Pedro M. Piñero Ramírez (ed.), DEJAR HABLAR A LOS TEXTOS. Homenaje a Francisco Márquez Villanueva, Sevilla: Universidad de Sevilla, 2005)Tomo I, 639-666. Los autores denominan B al manuscrito de la Bancroft Library, y Z al ms. de la biblioteca Zabálburu.
6 J. Montero y J. Solís, ‘La macarronea’, p. 646-648.
7La biblioteca de la Hispanic society of America fue creada por el magnate, erudito y mecenas Archer Milton Hungtinton (1870-1955), quien realizó numerosas compras de libros y manuscritos antiguos en España, por su propia iniciativa o con la ayuda del librero alemán Hiersemann (catalogador posterior de parte de la Biblioteca), entre ellas, la de la biblioteca del marqués de Jerez de los Caballeros en 1902, considerada la más rica en libros y manuscritos antiguos españoles después de la de la Biblioteca Nacional cf. John O'Neill, “La Biblioteca de la Hispanic Society of America desde su creación hasta nuestros días” http://www.cervantes.es/imagenes/File/biblioteca/o_neill_john_hispanic_society.pdf.
8 El ms. H ofrece la lectura F. P.
9 Informa el Iter Italicum, vol. V, col. 316, de que los mss. de la citada biblioteca están dividida en tres grupos: el primero formado por los mss. adquiridos por Hiersemann en Leipzig, cuya signatura comienza con las siglas HC; las signaturas del segundo grupo empiezan por la letra B, seguida de un número de serie, y el tercer grupo recibe el nombre de Uncatalogued (en el que entraba el ms. de Pachecho), ordenados alfabéticamente por autores o títulos. No obstante, Kristeller informaba de que parte de los mss. más antiguos estaba siendo examinado y catalogado por el prof. Charles Faulhaber con signaturas que principiaban por B. Quizás radique en este hecho la explicación de esta signatura añadida.
10Más recientemente, María Victoria Alberola Fioravanti en su Guía de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Real Academia de la Historia, 1995, p. 83, recuerda que la colección de manuscritos del marqués de Montealegre entró en dicha Biblioteca con la colección "Salazar y Castro", ya que formaba parte de ella, constando de 22 vols. en 4º y 48 vols. en folio, con el carácter de fondo misceláneo de documentos del siglo XVI y XVII.
11cf. supra 1.

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