Achaquiqus,
sust.: “achaquico (pequeño achaque)”.
Gen.pl.:
āchăquĭqum
Bald.
83
En
Aut. viene
sólo registrado el diminutivo ‘achaquito’ (s.v.), y no la
presente forma dialectal. La forma con ‘q’ final podría
interpretarse como un macarronismo gráfico, aunque lo lógico sería
restituir achaquiq<u>um,
si nos hallamos en el mismo caso que anquis
de *anca.
La interpretación como gen.pl. es admisible desde el punto de vista
clásico (cf. deum
por deorum).
Aquí asume claramente el sentido de ‘queja’ (cf. Corom.
s.v. ‘achacar’).
Agenus,
adj.: “ajeno”.
Abl.pl.:
ăgēnis
Bald.
21, 23
Presenta
en M2
de Bald.
21 la forma egenis,
no atestiguada en los léxicos (cf. Cov.
s.v.: ‘ageno’). Aceptamos, no obstante, la lectura, que podía
ser una emendatio,
de M1.
Agraffare,
v.: “agarrar”.
Pto.impf.subj.:
āgraffăset
Bald.
89
Probable
préstamo lingüístico macarrónico (cf. aparato de fuentes
–ap.f.-). El folenguiano āgrăfare
/ āgraffare
puede justificarse en un verso donde aparece otro macarronismo
folenguiano, scambiettos,
con coincidencia de sede métrica (cf.ap.f.): el sgarrafet
de M2
es claramente corrupto, y engarraficet
no más que una extravagante creación de M1.
Nuestra lectura salva el verso, pero resulta de todas formas
problemática, pues hay que suponer por un lado un alargamiento en
arsis de la sílaba final de donec,
no extraño por lo demás a Folengo, (cf.
U. E. PAOLI, o.c.,
pp. 197-198), y por otro una vocal tónica breve, simplificando la
consonante geminada de la desinencia verbal (-sset),
o tomando directamente la desinencia simple vulgar (-se).
Agujeta,
sust.: “La tira o correa de la piel del perro o carnero curtida y
adobada, con un herrete en cada punta, que sirve para atacar los
calzones, jubones y otras cosas: y también se hacen de seda,
colonia, hilo o lana para el mismo uso (Aut.
s.v. ‘agujeta’)”.
Nom.sing.:
ăgŭjēta
Bald.
51
Alforja,
sust.: “alforja”
Abl.sing.:
alforjis
Spur.
19
Anca,
sust.: “anca”.
Abl.pl.:
anquĭs
Bald.
23 anquis
Bald.
31
La forma con el dígrafo ‘qu’
en Bald.
no resulta atestiguada en los léxicos, por lo que podría
considerarse tal vez como un pedante macarronismo gráfico para
asegurar una pronunciación latina no estorbada por escrúpulos ante
el origen vulgar del término. Aut. s.v. ‘ancas’ define la
expresión ‘traher o llevar a las ancas’: “demás del sentido
recto se dice metaphoricamente de el que tiene a alguna persona a sus
expensas, o la mantiene”, por lo que el sintagma ‘in anquis
agenis’ podría entenderse como macarronismo de locución.
Assechare,
v.; “asechar”.
Pto.impf.ind.:
assĕchăbat
Bald.
81
La
forma geminada de M2
permite explicar cómodamente la cantidad de la primera sílaba
frente al acechabat
de M1.
De todos modos, subsisten las mismas dudas que respecto al v. attare.
La no correspondencia entre acento prosódico y acento vulgar es impuesta por el ritmo dactílico.
Attare,
v.: “atar”.
Inf.:
attāre
Bald.
51 pte.subj.: attent
Bald.
93
Resulta
difícil discernir si la grafía geminada es o bien una extravagancia
de M2,
o bien debida al usus
scribendi del
autor, o finalmente al empleo de la conocida licencia prosódica
folenguiana consistente en la geminación de consonantes para
conseguir alargamiento por posición. M1
escribe atacare
y López corrige en atare,
única forma registrada en los léxicos.
Barbaza,
sust.: “barbaza (aumentativo de barba)”.
Abl.sing.:
barbāza
Bald.
52
Barbulleria,
sust.: “barbullería (acción de barbullar)”.
Ac.pl.:
bārbŭllĕrīas
Spur.
3
ʿΆπαξ
lexical español. Deriva de ‘barbullar’ (“hablar vana y
atropelladamente, a borbotones, y metiendo mucha bulla y parola [Aut.
s.v. ‘barbullar’]”), y ‘barbulla’ (“la vocería y el
ruido de los que hablan vana y atropelladamente, confundiendo las
palabras de modo que no se entiendan [Aut.
s.v. ‘barbulla’]”). Cf. también ‘carrera’.
Barrilagus,
sust.: “barrílago”.
Nom.pl.:
barrĭlăgi
Spur.
18
Neologismo
nacido probablemente de un juego de palabras entre ‘barril’ y
‘cartílago’. Al flaco caballo le cuelgan barriles como
cartílagos. Esta interpretación parece quedar confirmada por la
referencia en el mismo verso a un ‘embudo’ también colgante (cf.
s.v. ‘lorettus’).
Barrizus,
sust.: “barrizo (derivado de ‘barro’)”.
Abl.sing.:
barrīzo
Bald.
12
ʿΆπαξ
lexical español, como se deduce de Corom.,
s.v. ‘barro’: “barrizal
figura como ampliación de un *barrizo”.
Batalla,
sust.: “batalla”.
Ac.sing.:
bătāllam
Bald.
91
Baxare,
v.: “bajar”.
Gerund.abl.sing.:
bāxandŏ
Spur.
4
La cantidad breve de la
desinencia de abl. concuerda con la extensión que hace Folengo de la abreviación de la vocal final de las formas adverbiales señalada en su Normula macaronica de sillabis al abl. sing. del gerundio.
Becus,
sust.: “morro”.
Abl.pl.:
bēcĭbus
Bald.
27
Préstamo
lingüístico macarrónico. Folengo emplea el vocablo vulgar becchus
con el sentido de “macho cabrío” (cf. Baldus
T XV 289: “Hic adamas quoniam teneratur sanguine becchi”, donde
una glosa marginal señala: “Vulcanus becchus”; Zan.
T 1064: “Qui becchi portat barbam venditque badilos”), y el lat.
beccus,
“pico (especialmente de un gallo)” (cf. Zan.
T 1197-1198: “elatam portat cristam beccumque levatum, / ut galina
solet si grossum fecerit ovum”). Aparece un tercer sentido
translaticio, “en la cara” (cf. Baldus
T V 80: “Nec penses quod tunc in beccum rideat illi”, donde una
glosa marginal aclara: “in beccum, in praesentiam”), de donde
Vergara podría haber derivado el sentido que le da a su vocablo. Es
su mismo carácter de macarronismo de origen el que puede haber
llevado al autor a no respetar la geminada, intentado así marcar una
oposición gráfica con el lat. beccus,
'pico'.
Blasfemare,
v.: “blasfemar”
Pte.
Ind.: blasfēmat
Bald.
77
Cf.
lat. blasphēmare.
El término latino es transitivo, mientras que el vulgar es
intransitivo. Baldus
T XIII 280 nos ofrece una coincidencia de sede métrica:
#blasphemantque deum#. Podríamos considerar la presente voz como un
latinismo alterado en su grafía originaria, o un término vulgar que
adopta la naturaleza transitiva de su correspondiente latino merced a
un macarronismo sintáctico.
Boluere,
v.: “volver”.
Pte.subj.:
boluāmus
Bald.
17, 38
En
Bald. 17
una escansión correcta del verso requeriría un alargamiento en
tesis de la vocal desinencial.
Borachus,
sust.: “borracho”.
Nom.sing.:
bōrāchus
Bald.
80
Brauonius,
adj.: “bravón”.
Nom.sing.:
brăuōnius
Spur.
15
Encontramos
en el dicc. Terreros la entrada ‘bravón’: “el fanfarrón,
alcahuete, libertino”. Para salvar la escansión habría que
entender consonantización de ‘i’ prevocálica (cf. s. u.
‘scambiettus’).
Budellae,
sust.pl.: “tripas”.
Ac.pl.:
bŭdēllas
Bald.
37
Préstamo
lingüístico macarrónico con coincidencia de sede métrica
(cf.ap.f.). Se trata de un pluralia
tantum de alta frecuencia estadística
en las macarroneas folenguianas, como bien recuerda F. Márquez
Villanueva, o.c.,
p. 268: “[...] Una de las palabras más frecuentes y claves del
poema [Baldus]
es budellae
(tripas): tripas repletas, convulsas, eventradas [...]”.
Burla,
sust.: “burla”.
Ac.pl.:
burlas
Bald.
38
Burrazus,
sust.: “burrazo”.
Nom.sing.:
bŭrrāzus
Spur.
1
Derivado
no registrado en los léxicos.
Burricus,
sust.: “borrico”.
Nom.sing.:
burrīcus
Spur.
1
Es
voz del latín tardío (‘caballo pequeño’). Nebrija da borrico
como ‘pollino de asno’. Burro
es un derivado regresivo (Corom.
s.v. ‘borrico’). Estamos, pues, ante un macarronismo semántico.
Burronus,
sust.: “burrón (aumentativo de ‘burro’).
Nom.sing.:
burrōnus
Spur.
1
No
registrado en los léxicos.
Busia,
sust.: “mentira”.
Ac.pl.:
bŭsīas
Bald.
47, 55 ac.sing.: bŭsīam
Spur.
17
Préstamo
lingüístico macarrónico con coincidencia de sede métrica tanto en
Bald. como
en Spur.
(cf.ap.f.). Este macarronismo ofrece una forma alternante: bŏsīa,
la única presente en las macarroneas menores (cf. glosario ed.
Zaggia s.v.), y la que predomina absolutamente en Baldus
P y T, salvo en una sola ocasión, Baldus
T III 27: “vultis ego videam si vera est ista #busia#”, donde la
variante es justificada en una glosa marginal: “ ‘busia’ et
‘bosia’, sicut ‘forca’ et ‘furca’, haec autoritas poetis
conceditur ad maiorem carminum decorem”. Vergara ha optado por este
hipermacarronismo por mor de una mayor expresividad. Este hecho puede
asegurar también su dependencia textual de la red. T. El autor de
Spur. toma
esta lectura de Bald. La cantidad larga de ‘i’ se explica por la excepción que se hace en el macarroneo a la regla de vocalis ante vocalem corripitur cuando el acento tónico vulgar recae en tal vocal.
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