Los
Drs. Sánchez y Méndez, proceden de un mismo medio en épocas no
demasiado alejadas. Ambos corresponden al modelo del médico
chocarrero ya aludido, y sus peripecias vitales presentan ciertos
paralelismos picarescos. Nos hallamos, así, ante una producción
macarrónica, la inmediatamente posterior a la obra liminar de Juan
de Vergara, que se desarrolla en torno o en referencia al Estudio
salmantino, y a su ambiente estudiantil, que es retratado implícita
o explícitamente. Fue el caldo de cultivo de una macarronea de
circunstancias, llena de licencias métrico-prosódicas, similar,
pues, en su ambiente y desarrollo a la producción de los
macarrónicos prefolenguianos, que no elude, como se ha visto en el
caso de Méndez, el homenaje al hispano predecesor. Será ya con la
macarronea de Francisco Pacheco que se escalará un peldaño
fundamental en la, digamos, "folenguización" de la
macarronea española.
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