Estaba patas
arriba Mantua de tiempo por esa 420
gran
trapatiesta: el pueblo acude, y la hez de la plebe,
y no
conociendo la causa, temblando, viene con armas.
Se jactan
mientras de haber los esbirros vencido a Baldo,
y a las
Señorías lo condujeron encadenado.
Dice
entonces Gaioffo: "¡mal seas hallado, tunante! 425
todas las
cuerdas con que se arrastra una nave de Génova,
apenas
fueron bastantes a doblegar tu violencia.
Este es ya
el momento en que debes pagar el escote,
y justo es
que dé de sí tu cuello en la horca."
No dígnase
Baldo en darle ninguna respuesta al tirano, 430
y el hombre
magnánimo responder no desea al villano,
pero se
reconcome en su corazón indignado.
Al punto, de
sus heridas mana un gran lago de sangre,
y de esos
mastuerzos ninguno allí con piedad se conmueve,
para ligar
al menos sus venas ya faltas de sangre, 435
y para
llamar a algún cirujano experto en su ciencia.
En tanto,
vuelve Tognazzo al sitio dando de voces,
descubierta
la testa, sudando, maltrecho y su misma
joroba de
friccionarse no deja, a palos medida.
Brama, y con
sus enormes gritos rompe los techos; 440
suplica que
se le dé castigo en el acto al ribaldo,
y que al
momento lo cuelguen del balcón más alzado,
por dar
ejemplo con el ladronazo a otros ladrones.
Todos
entonces están que revientan de risa sin freno,
viendo a un
carcamal jorobado, y viejo cascado 445
aparecer
igual que, al representarse comedias,
muéstrase
en los entreactos algo ridículo.
Ése se
enjuga la frente con la camisa que cuelga,
y al muro
pegado, se frota la espalda igual que un asnillo.
Cuidase,
empero, de no acercarse mucho a Baldo. 450
Pues teme
que incluso encadenado se le abalance.
Manda el
pretor entretanto que Baldo en lo más escondido
del gran
torreón ligado sea de pies y de manos.
Así se
llevan pues al desdichado que baja la vista,
al que
circunda en redor y de cerca una selva de armas; 455
pues seguro
no tienen que capturar a tamaño
y tan
importante hombre no ponga en pie a Cidapa,
y toda la
población de Barbasso y la gente en Garolda1.
Más
preocupa, empero, que la fuerza tenaz de Fracasso
levanta
sospechas, quien todo el lugar de Poletto2
domina. 460
A Baldo, en
fin, de la tierra en el centro, y Satán en el culo
lo
encierran, y ni de la luz del sol, ni lucerna un adarme
tiene, y
tanta es la angostura de su mazmorra,
que no
parece cárcel sino sepulcro podrido.
Allí
gusanos, y sapos, ratones con escorpiones 465
le hacen de
compañeros, y juntos pasan la vida,
juntos se
cambian razones, comen y duermen al tiempo.
1Burbassique
omnes populos gentemque Garoldae. Pueblos al sudeste de Mantua
(Faccioli).
2Suspecta
est, cui tota subest campagna Poletti. Poletto es otro pueblo al
sudeste de Mantua (Faccioli).
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