El
hexámetro de Bald. se atiene, en general, a las normas del
clásico, igual que el folenguiano. No hay rastro de anomalías como
versos holoespondaicos, holodactílicos o hipermétricos.
a) Los cuatro primeros pies:
distribución de dáctilos y espondeos.
TIP.
|
TOTAL
|
Nº ORDEN Bald.
|
Nº ORDEN VERG. Aen.
|
Nº ORDEN OV. met.
|
DSSS
|
30=32,25%
|
1
|
1
|
2
|
SSSS
|
17=18,27%
|
2
|
5
|
15
|
DDSS
|
10=10,75%
|
3
|
2
|
1
|
DSDS
|
9=9,67%
|
4
|
3
|
4
|
SDSS
|
9=9,67%
|
5
|
4
|
-
|
SSDS
|
4=4,30%
|
6
|
7
|
-
|
DDDS
|
4=4,30%
|
7
|
6
|
6
|
SSSD
|
4=4,30%
|
8
|
13
|
-
|
SDSD
|
3=3,22%
|
9
|
11
|
-
|
SDDS
|
2=2,15%
|
10
|
8
|
-
|
1=1,07%
|
11
|
9
|
3
|
Es de señalar la clara influencia
de Virgilio, tanto en las series más frecuentes como en las que
menos. El poeta mantuano, como es habitual, impone la norma métrica
incluso en poemas no épicos.
b) Elisiones.
-
TIP.TOTAL1A1=6,66%1T2=13,35%2A4=26,66%2T2=13,33%3A1=6,66%3T1=6,66%4A2=13,33%4T2=13,33%5A-5T-6A-6T-
Según la norma clásica, los
lugares tradicionales de la elisión, en primera tesis, segunda arsis
y cuarta tesis cobran especial preponderancia frente a la primera
arsis y sexta tesis. Se cumple, por otra parte, la ausencia de
elisión en la quinta tesis y sexta arsis. Zaggia señala que el uso
de la sinalefa en las macarroneas menores de Folengo es regular. Se
dan cinco casos de hiato (vv. 44, 45, 47, 48, 66). En cuatro de ellos
se encuentra ecthlipsis, es decir, hiato despúes de –m final. En
los versos 47 y 66 no se produce alargamiento de la sílaba final en
–m, contra lo que ocurre en Folengo, en quien, por otro lado, son
más bien escasos los casos de hiato.
c)Cesura y monosílabo ante cesura.
CUADRO I
TIPOLOGÍAS
|
TOTALES
|
VERG.
|
|
PENTEMÍMERES
|
91=97,84%
|
93=100%
|
99,62%
|
TRIPLE A
|
2=2,15%
|
||
TRIPLE B
|
-
|
-
|
0,38%
|
HEPTEMÍMERES
|
-
|
CUADRO II
TIPOLOGÍAS
|
TOTALES
|
|
Non te ||
|
7=25%
|
11=40,74%
|
Mĕtăt
in ||
|
2=7,14%
|
|
Quod dic(am) hunc ||
|
2=7,14%
|
|
Solvĕrĕ
vix ||
|
15=57,14%
|
16=59,25%
|
Quanvīs
in ||
|
1=3,57%
|
|
|
27=29,03% sobre 93
vv.
|
Los resultados del cuadro I
consagran un claro predominio de los patrones virgilianos. En el
cuadro II destaca, por su anomalía, el predominio de la palabra
dactílica ante monosílabo, cuando la norma clásica coloca palabra
pirriquia u otro monosílabo ante el monosílabo ante cesura.
d) Estructura silábica y finales de
hexámetros. El monosílabo final.
CUADRO I
TIPOLOGÍA
|
TOTAL
|
VERG.
|
OV.
|
2+3
|
56=60,21%
|
32%
|
35,5%
|
3+2
|
24=25,80%
|
53,5%
|
55%
|
2+1+2
|
10=10,75%
|
11%
|
8%
|
5
|
2=2,15%
|
-
|
-
|
3+1+1
|
1=1,07%
|
1%
|
0%
|
2+2
|
1=1,07%
|
0%
|
0%
|
CUADRO II
-
TIPOLOGÍAS
Nº VV.Fas estUbiqu(e) estTOTALVERGARA931-1=1,07%VERG.14072484694=0,66%OV.22724133133146=0,64%
Los resultados del cuadro I nos
revelan la influencia de los dos poetas clásicos más imitados. Esta
influencia se plasma también en las macarroneas menores
folenguianas, donde el hexámetro suele cerrarse con un bisílabo o
un trisílabo. Es también excepcional en Folengo la cláusula
pentasilábica.
El único monosílabo en fin de
verso que se da en Bald. es producto de calco. Estos finales,
sobre todo precedidos de otro monosílabo, tienen una frecuencia más
bien alta en Folengo.
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