sábado, 28 de diciembre de 2019

LA MACARRONEA DEL MAESTRO MARTÍNEZ: Traducción (II)



Alzaríase Bercebú1 en lo alto del trono,                                 10
Su séquito en torno de demonios grande caterva;
Vecino en oscuro asiento se sentaba Mahoma2,
En un hábito ardiente de puras llamas gallardo.
El infierno su usada costumbre y estado guardaba,
Y pasaba su trabajo la gente amarilla3,                                          15
Cuando de pronto adentro en cascada una turba de almas
Se cuela, y la mansión del Profundo4 se ve toda llena;
Se alborota el vecindario, y herido de sordo
Runrún el reino retumba, y el lar subterráneo resuena.
Entonces Pedro Botello5 a grandes gritos avisa                               20
Que su caldera no puede albergar aquella de almas
Enorme masa; incluso, mientras lo dicho contempla,
Suspenso con tanto estrépito y novedades el propio
Bercebú se encontraba, hasta que Mahoma a los suyos
Reconoció la hechura y estampa, y del hondo del pecho                  25
Suspira y dice: “¿cuál, la que os ha aniquilado, tan ruda
Plaga, oh tristes? ¿qué circunstancias tan despiadadas?
¿Cuál es la causa de vuestra venida y súbitos males?





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1 Covarr. recoge Berzebú como corrupción de Belzebub. El dicc. Terreros registra Bercebú como voz vulgar, relacionada con Beelcebúb. La voz Beel-zebub o Belcebú procede del hebr. Ba’al zebub “el dios mosca”. Aparece citado en el Antiguo y Nuevo Testamento. En el texto griego de los evangelios se encuentra la forma Beelzebul, corrupción de la forma antigua. En la versión de la Vulgata y algunas otras aparece Beelzebub, aun en el N. T. (cf. Enc. E-A. s.u. ‘Beel-zebub’). En el N. T. se le denomina “príncipe de los demonios”. La forma Bercebud(us) parece una variante vulgar no registrada. En la Mosquea de Villaviciosa aparece la forma Belzebut (p. 601 de la edición de BAE).

2 . Mahoma aparece en Dante, Inf. XXVIII 22ss. donde sufre el castigo de otros herejes mutilado constantemente por la espada de un demonio.Posteriormente, Quevedo volverá a situarlo allí en su Sueño del Infierno.
3 Los condenados del infierno, que son llamados así probablemente por influencia del color del azufre, elemento de tradicional atribución infernal.
4 El “Profundo” es un término poético que aparece en la fábula mitológica de Juan de la Cueva “Los amores de Marte y Venus”, como opuesto al cielo.
5 T. Ramírez comenta lo siguiente a propósito de las calderas de Pedro Botero: “El maestro Correas escribía “Las ollas de Pedro Botello”, sin que se dé más razón de quién pudo ser este Botello o Botero. Como sea, el maestro habla así de ellas: “Tómalas el vulgo por tinas infernales de fuego y penas: dicen que comenzó de un rico hombre de pendón y caldera, y después Maestre de Alcántara, que desbarató muchas veces a los moros con varios ardides, y coció muchas veces cabezas de ellos en unas grandes calderas, y sería para presentarlas, y dicen que los despeñaba en una sima u olla muy profunda.” (cf. T. RAMÍREZ, Los más ingeniosos dichos populares, Barcelona 1990, p.87).

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