Muchos mucho reír de
tamaño suceso propagan, 40
puras verdades, y
contar correrías nefandas
quiero yo, y revelar lo
sacrílego a gente futura,
porque escarmiente el
hombre violar las noches sagradas,
mientras lee esto, y
tema a los dioses que vengan tal falta,
y que castigar suelen
siempre a los guimaros tacaños. 45
Mas calla un pelín,
Macarona, mientras linda Camena
da comienzo a esta
obra, tú luego sigue cantando.
Era el tiempo en que
el Salvador nuestro del cielo sumo
bajando al seno fecundo
de la Virgen sin tacha
hízose hombre, él
mismo Dios, en remedio de nuestros 50
pecados, y por
conservar del Adán primigenio la estirpe,
y expuesto fue de la
luz a los brillos perecederos.
Quiso así nacer, y en
cunas llorar bajo altas
cuevas, y sufrir, sin
culpa, nuestras empresas.
Esta noche cantan los
cielos, ríos, mar, montes, 55
angélicos coros
revoloteando en redor de musgosa
gruta responden, la paz
voceando a mortales dolientes.
40
Narración.
45
tacaños,
véase Valla, La
propiedad de las palabras.
50
Verso contrahecho1.
_____________________________________________________________________________
1 El
extenso poema presenta una regularidad general muy marcada; no
existen versos holoespondaicos, y el número de holodactílicos es
muy reducido (15) respecto al cuerpo general de la macarronea. Por
otra parte, algunas irregularidades métricas son claramente
intencionales en Pacheco, quien las señala así en apostilla, en
clara imitación folenguiana; es tal el caso del v. 50, que es
hipométrico, y es señalado en glosa como versus
deprauatus.
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