Introducción, y descripción del país de las Musas macarrónicas.
La fantasía1
a mí me vino más que fantástica
ante la cuya fama altísona y nombre
gallardo
tiembla la tierra, y de miedo se caga
ahora el Infierno.
Antes, empero, vuestro favor invocar es
preciso, 5
¡oh, las Musas fuente del macarrónico4
arte!
¿Acaso podrá del mar pasar mi góndola
escollos,
si de vuestra ayuda no se ve protegida?
A mí ni Melpómene, ni Talía5
bobalicona,
ni Febo el guitarro rascando a mí me
dicten de versos; 10
pues cuando pienso en las dimensiones
de mi barriga,
no del Parnaso la cháchara viene bien
a mi gaita.
Sólo las Musas panzudas y las doctas
hermanas,
Gosa, Comina, Maga, y Mafelina, Toña,
Pedrala6
vengan la boca a llenar al poeta de
macarrones7, 15
y de polentas denle cinco u ocho
bandejas.
Son las famosas diosas grasientas,
ninfas untuosas,
cuya morada8,
región y su territorio exclusivo
recóndito queda en cierto rincón
remoto del mundo,
que aún no conoce de los españoles la
carabela. 20
Magna álzase allá montaña hasta las
botas de diosa Luna,
que si alguien compara con el Olimpo
desmesurado,
colina tendrá que llamar al Olimpo
mejor que montaña.
No del Cáucaso cuernos allí, ni el
dorso marrueco9,
ni el monte Etna que sulfurosas llamas
escupe, 25
ni allí la montaña de Bérgamo saca
piedras redondas,
que ves girar en cuanto el molino muele
la avena.
Nosotros allí de fresco, curado, y de
semicurado
queso formados unos Alpes hemos pasado.
Creedme, porque lo juro, decir ni una
sola mentira10 30
podría, por los tesoros todos que
esconde la tierra:
de allí a hondos valles corren ríos
de brodio11,
que un lago de sopa producen, y un mar
profundo de salsa.
Hechas aquí de relleno de tortas por
miles ver puedes
ir y venir balsas, barcas, y
bergantines veloces, 35
en los cuales las Musas manejan lazos y
redes
de salchichas, en tripas de ternera
cosidas,
pescando gnocchi, buñuelos y
tomacelle12
doradas.
No es conocida13,
empero, la tempestad en el lago,
que del cielo baña la bóveda con
rudas olas; 40
no tan grande jaleo provocas, ¡oh,
lago de Garda!
cuando los vientos aúllan en torno al
hogar de Catulo14.
Costas hay allá de fresca y tierna
manteca,
donde cien calderos llenan el cielo del
humo
de casoncelli, de macarrones, y
tagliatelle15. 45
Tales ninfas moran del alto monte la
cima,
queso rallando sin pausa con ralladores
calados.
Otras se ocupan de amasar tiernos
gnocchi a mano,
que en masa compacta ruedan por entre
el queso rallado,
y girando desde la cima del monte
abajo, 50
vuélvense como cubas de las de gruesa
panza.
¡Oh, cuán necesario resulta que den
de sí las quijadas,
si alguien quiere llenarse la panza de
tan grande gnocco!
Cortando otras la pasta, y unas
cincuenta marmitas
llenar vieras de pappardelle16
y de grasientas lasagne. 55
Y otras, si la sartén por el fuego
harto vivo crepita,
de allí retiran los tizones y dan
soplidos adentro,
pues del caldero por fuego tan grande
desbórdase el brodio.
En suma, todas se ocupan de preparar su
pitanza,
conque es posible ver humeantes mil
chimeneas, 60
y mil borbotean calderas de unas
cadenas colgadas.
Aquí el mejor pescador fui del arte
macarronesca,
aquí Mafelina de mí ha hecho un
pancipoeta17.
Ilustración: xilografía aludida en nota 7
1Phantasia
mihi plus quam fantastica venit. La magna obra de Folengo se
abre con una parodia de la protasis propia de la poesía
épica grecorromana, compuesta de propositio (exposición del
argumento) e invocatio a las Musas, presente también en la
épica caballeresca como recuerda Mario Chiesa.
2Los
25 libros del poema contarán, efectivamente, las peripecias de
Baldo, paladín neocarolingio, hijo natural de Baldovina, hija del
rey de los francos, y de Guidón, caballero descendiente del
legendario Reinaldo de Montalbán, uno de los doce Pares de Francia,
desde su nacimiento hasta su particular descensus ad inferos.
Recuérdese la libérrima adaptación del Baldus de la
redacción Toscolanense que aparece en la primera parte del Quarto
libro del esforçado cauallero Reynaldos de Montaluán, que trata de
los grandes hechos del inuencible cauallero Baldo y las graciosas
burlas de Cingar, sacado de las obras del Mago Palagrio en nuestro
común castellano,
(Sevilla, 01542) dentro de una casi desconocida serie caballeresca.
3Historiam
Baldi grassis cantare Camoenis. La hipóbole, en expresión
feliz de Ivano Paccagnella, se muestra elemento esencial de la
parodia -que no irrisión- que ejecuta Folengo de sus modelos
clásicos y caballerescos. De tal suerte rechaza a las gráciles
Musas tradicionales para optar por otras de su cosecha, gruesas,
bastas y llenas de pringue. Las Camenae eran el equivalente
mitológico latino de las Musas griegas.
4El
etymon del género procede del título de la obra de su
iniciador, la Macaronea de Tifi Odasi (circa 01490), poema de
unos 700 hexámetros, donde se cuenta de una macaronea secta
paduana, dedicada al consumo desaforado de macaroni y a la
frecuentación de putas de tres al cuarto.
5Musas,
respectivamente, de la tragedia y de la comedia.
6"Los
nombres de las Musas retoman nombres femeninos difundidos en
Lombardía y especialmente en el territorio bresciano (L.
Messedaglia, Vita e costume della Rinascenza in Merlin Cocai,
pp. 48 y 91)" (Chiesa). A este autor recurrirán, como es de
rigor, -y yo mismo hice cuando redactaba mi tesis doctoral- los edd.
Faccioli y Chiesa para notas de realia concernientes a la
vida popular coetánea a Folengo.
7Imbocare
suum veniant macarone poêtam. Preferentemente
en plural, los macaroni
de Tifi o macarones
de Folengo designaban -como indica Messedaglia-, no los maccheroni
o macarrones napolitanos de hoy en día, pasta hueca o rellena de
varias formas y tamaños, sino los gnocchi,
de los que el propio Folengo da una receta al mismo tiempo que un
programa poético en la Apologetica
in sui excusationem
de la redacción Toscolanense (01521). Como prueba definitiva de la
indiferenciación de macaroni
y gnocchi
en Folengo, reproduce Luigi Messedaglia (o.c.,
p.176) una xilografia que aparece por primera vez en la red. T,
donde Merlín aparece sentado sobre una cubeta, con una botella de
vino en la zurda, y la diestra sobre el borde de una fuente llena de
gruesos gnocchi: Zana, una de sus musas inspiradoras, le emboca un
voluminoso gnocco, ensartado en un palito; Togna, otra musa
macarrónica, toca la gaita.
8Del
v. 18 al 63 se extiende una digresión en forma de descriptio
del país de las Musas. Sobre este país de Cucaña “versión
popular del mito humanista de la Edad de Oro (en España, La
tierra de Jauja, según el paso de Lope de Rueda)” (cf.
F. Márquez Villanueva, Fuentes litearias cervantinas, p.
291) y su identidad con el país de Bengodi descrito por Boccaccio,
Decameron, VIII, 3: “et eravi una montagna tutta di
formaggio parmigiano grattugiato, sopra la quale stavan genti che
niuna altra cosa facevan che far maccheroni e raviuoli, e cuocergli
in brodo di capponi, e poi gli gittavan quindi giú, e chi piú ne
pigliava piú n'aveva” cf. L. Messedaglia, o.c., pp.
187 y 427-428 y G. Cocchiara, “Il paese di Cuccagna: l'evasione
dalla realtà nella fantasia popolare”, Il paese di cuccagna e
altri studi di folklore, Boringhieri, Torino, 01956.
9Non
ibi Caucaseae cornae, non schena Marocchi. Referencias
respectivas a los agudos picos de la cadena caucásica (Faccioli) y
a la cadena del Atlas.
10Credite,
quod giuro, neque solam dire bosiam. El macarronismo final de
verso aparece en la macarronea de Juan de Vergara (ca. 01522)
(Bald.),la primera española, y su añadido espurio (Spur.): Ac.pl.:
bŭsīas
Bald.
47, 55 ac.sing.: bŭsīam
Spur.
17, tomado de la redacción Toscolanese. Este
macarronismo ofrece una forma alternante: bŏsīa,
la única presente en las macarroneas menores (cf. glosario ed.
Zaggia s.v.), y la que predomina absolutamente en Baldus
P(aganini) y T, salvo en una sola ocasión, Baldus
T III 27: “vultis ego videam si vera est ista #busia#”, donde la
variante es justificada en una glosa marginal: “ ‘busia’ et
‘bosia’, sicut ‘forca’ et ‘furca’, haec autoritas poetis
conceditur ad maiorem carminum decorem”. Vergara ha optado por
este hipermacarronismo por mor de una mayor expresividad. Este hecho
puede asegurar también su dependencia textual de la red. T. El
autor de Spur.
toma esta lectura de Bald.
11Illic
ad bassum currunt cava flumina brodae. Por su semejanza,
traduzco el brodae folenguiano por el esp 'brodio' (sust.:
“El caldo con
algunos trozos de legumbres y sobras de la olla, que de ordinário
se dá à los pobres en las porterías de los Monastérios y otras
Comunidades. Viene del Italiano Brodo,
que significa caldo. Algunos dicen Bódrio, pero se debe escribir
Bródio por razón de su origen [...] También se toma vulgarmente
por qualquier comida picada, y revuelta con otros ingredientes,
quando no está bien guisada ni sazonada" (Diccionario
de Autoridades.
s.u. ‘brodio’). Dicho término es usado por Diego Sánchez en su
Epístola
Macarrónica
(01533): Nam
brodium primum ei datur qui est in cabecera
(v. 47) y Quis
poterit semper manus barbasque fricare / Per brodij grassam antiquam
de tota semana?
(vv. 55-56)
12Piscantes
gnoccos, fritolas gialdasque tomaclas. Tomaclas (ac. pl.)
(del lat. tomaculum) designa una "suerte de croquetas
confeccionadas con hígado de cerdo y vísceras varias, huevos,
queso y especies, sobre todo azafrán -de donde su color amarillo-,
envueltas en redaño, y fritas" (Faccioli).
13Res
tamen obscura est, quando lagus ille travaiat. La existencia de
un calco ovidiano (OV. Met. 6, 319 -20: Res obscura quidem
est ignobilitate uirorum, / mira tamen. Vidi praesens stagnumque
locumque), me lleva a apartarme del sentido de las traducciones
ofrecidas por Faccioli (Ma le faccende si mettono male quando
quel lago è in tempesta) y Chiesa (È però una cosa
tremenda quando quel lago è in tempesta).
14Quando
cridant venti circum casamenta Catulli. El poeta Catulo poseía
una villa en Sirmione, a la ribera del lago de Garda, en los Alpes
italianos. Ciertas ruinas aún visibles son atribuidas
tradicionalmente a tal villa.
15Plena
casoncellis, macaronibus atque foiadis. Los casoncelli
son un tipo de pasta rellena todavía común en Brescia (Faccioli),
y la foiada es una especie de tagliatelle (Chiesa).
16Pampardis
videas grassisque implere lasagnis. Pampardis, forma
reducida de pappardelle o pampardelle, es un tipo de
lasagna ancha (Faccioli).
17Hic
me pancificum fecit Mafelina poëtam. El poeta se vuelve panzudo
como las Musas bajo cuya advocación se coloca (cf v. 13). Se cierra
así esta hipóbole programática, en la que el piadoso monje
benedictino Teófilo Folengo, la primera persona macarrónica, en la
afortunada expresión de Luca Curti, ofrece un retrato antifrástico
de sí mismo gracias a su sosias macarrónico, Merlín Cocayo, la
segunda persona macarrónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario