viernes, 31 de julio de 2015

CAVALLI PULCHRI DESCRIPTIO, Baldus V, 1, 163-182





Tal se presenta, sobre un grueso caballo montado,
y ayuno no parece de fuerzas del padre1 Reinaldo.
Cuatro brincos da de cada jalar de las riendas2                           165
aquel asturcón3, que de albero que lanza el cielo enturbia,
sin dejar de tirar en alto tres pares de coces.
Su pelo más negro era que un carbón apagado,
su pequeñita cabeza mueve unas cortas orejas,
y de su frente en el medio prez le otorga una estrella4.                170
entre espumarajos al tiempo muerde el bocado y la brida,
y por bufar tiene siempre los ollares abiertos.
Con el hocico el pecho se bate, se redondea
de continuo, y en poco espacio todo se encoge,
como si por el ojo quisiera pasar de una aguja.                           175
Es argel tresalbo5, de espaldas muy inclinadas,
entre sus patas la cola vivaz, y es anquirredondo.
A la primera corre, galopa y se detiene,
yendo al paso el tal corcovea, y, brioso, se empina.
De la silla brillan arneses todos de oro,                                       180
son los estribos de oro, la cabezada y bocado,
son las hebillas de oro por detrás y delante.






1Nec mancus paret de forzis patre Rinaldo. Reminiscencia del pater Aeneas virgiliano, fundador de un linaje como Reinaldo.
2Folengo recrea aquí uno de los topoi de los poemas caballerescos, (Chiesa), que en la red. Toscolanense venía marcada con la rúbrica cavalli pulchri descriptio.
3Villanus Spagnae coelumque imbrattat arenis. Messedaglia, citado por Chiesa, afirma que se trata en este paso de una raza criada en Asturias. El asturcón (equus caballus) es una raza cántabro-pirenaica, originaria de Asturias, cuyas características pueden corresponder con algunas de las descritas por Folengo, como la de ser un caballo corpulento (v. 163: grossum... cavallum), de cabeza y orejas pequeñas (v. 169: piccola testa breves volteggiat semper orecchias), de espaldas inclinadas (v. 176: curtissimus), y ancas redondas (v. 177: ...cui tunda culatta est).
4La estrella es un lunar de pelos blancos, signo de antiguo de raza noble.
5Balzanus tribus est pedibus, curtissimus inter. Es el caballo o yegua que tiene blancos (argel) tres de sus pies.

sábado, 18 de julio de 2015

BALDO, Libro I, vv. 1-63




Introducción, y descripción del país de las Musas macarrónicas.



La fantasía1 a mí me vino más que fantástica
de la historia de Baldo2 cantar con grasientas3 Camenas,
ante la cuya fama altísona y nombre gallardo
tiembla la tierra, y de miedo se caga ahora el Infierno.
Antes, empero, vuestro favor invocar es preciso,                                 5
¡oh, las Musas fuente del macarrónico4 arte!
¿Acaso podrá del mar pasar mi góndola escollos,
si de vuestra ayuda no se ve protegida?
A mí ni Melpómene, ni Talía5 bobalicona,
ni Febo el guitarro rascando a mí me dicten de versos;                        10
pues cuando pienso en las dimensiones de mi barriga,
no del Parnaso la cháchara viene bien a mi gaita.
Sólo las Musas panzudas y las doctas hermanas,
Gosa, Comina, Maga, y Mafelina, Toña, Pedrala6
vengan la boca a llenar al poeta de macarrones7,                               15
y de polentas denle cinco u ocho bandejas.
Son las famosas diosas grasientas, ninfas untuosas,
cuya morada8, región y su territorio exclusivo
recóndito queda en cierto rincón remoto del mundo,
que aún no conoce de los españoles la carabela.                                 20
Magna álzase allá montaña hasta las botas de diosa Luna,
que si alguien compara con el Olimpo desmesurado,
colina tendrá que llamar al Olimpo mejor que montaña.
No del Cáucaso cuernos allí, ni el dorso marrueco9,
ni el monte Etna que sulfurosas llamas escupe,                                   25
ni allí la montaña de Bérgamo saca piedras redondas,
que ves girar en cuanto el molino muele la avena.
Nosotros allí de fresco, curado, y de semicurado
queso formados unos Alpes hemos pasado.
Creedme, porque lo juro, decir ni una sola mentira10                           30
podría, por los tesoros todos que esconde la tierra:
de allí a hondos valles corren ríos de brodio11,
que un lago de sopa producen, y un mar profundo de salsa.
Hechas aquí de relleno de tortas por miles ver puedes
ir y venir balsas, barcas, y bergantines veloces,                                  35
en los cuales las Musas manejan lazos y redes
de salchichas, en tripas de ternera cosidas,
pescando gnocchi, buñuelos y tomacelle12 doradas.
No es conocida13, empero, la tempestad en el lago,
que del cielo baña la bóveda con rudas olas;                                     40
no tan grande jaleo provocas, ¡oh, lago de Garda!
cuando los vientos aúllan en torno al hogar de Catulo14.
Costas hay allá de fresca y tierna manteca,
donde cien calderos llenan el cielo del humo
de casoncelli, de macarrones, y tagliatelle15.                                     45
Tales ninfas moran del alto monte la cima,
queso rallando sin pausa con ralladores calados.
Otras se ocupan de amasar tiernos gnocchi a mano,
que en masa compacta ruedan por entre el queso rallado,
y girando desde la cima del monte abajo,                                         50
vuélvense como cubas de las de gruesa panza.
¡Oh, cuán necesario resulta que den de sí las quijadas,
si alguien quiere llenarse la panza de tan grande gnocco!
Cortando otras la pasta, y unas cincuenta marmitas
llenar vieras de pappardelle16 y de grasientas lasagne.                        55
Y otras, si la sartén por el fuego harto vivo crepita,
de allí retiran los tizones y dan soplidos adentro,
pues del caldero por fuego tan grande desbórdase el brodio.
En suma, todas se ocupan de preparar su pitanza,
conque es posible ver humeantes mil chimeneas,                               60
y mil borbotean calderas de unas cadenas colgadas.
Aquí el mejor pescador fui del arte macarronesca,
aquí Mafelina de mí ha hecho un pancipoeta17.








Ilustración: xilografía aludida en nota 7 





1Phantasia mihi plus quam fantastica venit. La magna obra de Folengo se abre con una parodia de la protasis propia de la poesía épica grecorromana, compuesta de propositio (exposición del argumento) e invocatio a las Musas, presente también en la épica caballeresca como recuerda Mario Chiesa.
2Los 25 libros del poema contarán, efectivamente, las peripecias de Baldo, paladín neocarolingio, hijo natural de Baldovina, hija del rey de los francos, y de Guidón, caballero descendiente del legendario Reinaldo de Montalbán, uno de los doce Pares de Francia, desde su nacimiento hasta su particular descensus ad inferos. Recuérdese la libérrima adaptación del Baldus de la redacción Toscolanense que aparece en la primera parte del Quarto libro del esforçado cauallero Reynaldos de Montaluán, que trata de los grandes hechos del inuencible cauallero Baldo y las graciosas burlas de Cingar, sacado de las obras del Mago Palagrio en nuestro común castellano, (Sevilla, 01542) dentro de una casi desconocida serie caballeresca.
3Historiam Baldi grassis cantare Camoenis. La hipóbole, en expresión feliz de Ivano Paccagnella, se muestra elemento esencial de la parodia -que no irrisión- que ejecuta Folengo de sus modelos clásicos y caballerescos. De tal suerte rechaza a las gráciles Musas tradicionales para optar por otras de su cosecha, gruesas, bastas y llenas de pringue. Las Camenae eran el equivalente mitológico latino de las Musas griegas.
4El etymon del género procede del título de la obra de su iniciador, la Macaronea de Tifi Odasi (circa 01490), poema de unos 700 hexámetros, donde se cuenta de una macaronea secta paduana, dedicada al consumo desaforado de macaroni y a la frecuentación de putas de tres al cuarto.
5Musas, respectivamente, de la tragedia y de la comedia.
6"Los nombres de las Musas retoman nombres femeninos difundidos en Lombardía y especialmente en el territorio bresciano (L. Messedaglia, Vita e costume della Rinascenza in Merlin Cocai, pp. 48 y 91)" (Chiesa). A este autor recurrirán, como es de rigor, -y yo mismo hice cuando redactaba mi tesis doctoral- los edd. Faccioli y Chiesa para notas de realia concernientes a la vida popular coetánea a Folengo.
7Imbocare suum veniant macarone poêtam. Preferentemente en plural, los macaroni de Tifi o macarones de Folengo designaban -como indica Messedaglia-, no los maccheroni o macarrones napolitanos de hoy en día, pasta hueca o rellena de varias formas y tamaños, sino los gnocchi, de los que el propio Folengo da una receta al mismo tiempo que un programa poético en la Apologetica in sui excusationem de la redacción Toscolanense (01521). Como prueba definitiva de la indiferenciación de macaroni y gnocchi en Folengo, reproduce Luigi Messedaglia (o.c., p.176) una xilografia que aparece por primera vez en la red. T, donde Merlín aparece sentado sobre una cubeta, con una botella de vino en la zurda, y la diestra sobre el borde de una fuente llena de gruesos gnocchi: Zana, una de sus musas inspiradoras, le emboca un voluminoso gnocco, ensartado en un palito; Togna, otra musa macarrónica, toca la gaita.
8Del v. 18 al 63 se extiende una digresión en forma de descriptio del país de las Musas. Sobre este país de Cucaña “versión popular del mito humanista de la Edad de Oro (en España, La tierra de Jauja, según el paso de Lope de Rueda)” (cf. F. Márquez Villanueva, Fuentes litearias cervantinas, p. 291) y su identidad con el país de Bengodi descrito por Boccaccio, Decameron, VIII, 3: “et eravi una montagna tutta di formaggio parmigiano grattugiato, sopra la quale stavan genti che niuna altra cosa facevan che far maccheroni e raviuoli, e cuocergli in brodo di capponi, e poi gli gittavan quindi giú, e chi piú ne pigliava piú n'aveva” cf. L. Messedaglia, o.c., pp. 187 y 427-428 y G. Cocchiara, “Il paese di Cuccagna: l'evasione dalla realtà nella fantasia popolare”, Il paese di cuccagna e altri studi di folklore, Boringhieri, Torino, 01956.
9Non ibi Caucaseae cornae, non schena Marocchi. Referencias respectivas a los agudos picos de la cadena caucásica (Faccioli) y a la cadena del Atlas.
10Credite, quod giuro, neque solam dire bosiam. El macarronismo final de verso aparece en la macarronea de Juan de Vergara (ca. 01522) (Bald.),la primera española, y su añadido espurio (Spur.): Ac.pl.: bŭsīas Bald. 47, 55 ac.sing.: bŭsīam Spur. 17, tomado de la redacción Toscolanese. Este macarronismo ofrece una forma alternante: bŏsīa, la única presente en las macarroneas menores (cf. glosario ed. Zaggia s.v.), y la que predomina absolutamente en Baldus P(aganini) y T, salvo en una sola ocasión, Baldus T III 27: “vultis ego videam si vera est ista #busia#”, donde la variante es justificada en una glosa marginal: “ ‘busia’ et ‘bosia’, sicut ‘forca’ et ‘furca’, haec autoritas poetis conceditur ad maiorem carminum decorem”. Vergara ha optado por este hipermacarronismo por mor de una mayor expresividad. Este hecho puede asegurar también su dependencia textual de la red. T. El autor de Spur. toma esta lectura de Bald.
11Illic ad bassum currunt cava flumina brodae. Por su semejanza, traduzco el brodae folenguiano por el esp 'brodio' (sust.: “El caldo con algunos trozos de legumbres y sobras de la olla, que de ordinário se dá à los pobres en las porterías de los Monastérios y otras Comunidades. Viene del Italiano Brodo, que significa caldo. Algunos dicen Bódrio, pero se debe escribir Bródio por razón de su origen [...] También se toma vulgarmente por qualquier comida picada, y revuelta con otros ingredientes, quando no está bien guisada ni sazonada" (Diccionario de Autoridades. s.u. ‘brodio’). Dicho término es usado por Diego Sánchez en su Epístola Macarrónica (01533): Nam brodium primum ei datur qui est in cabecera (v. 47) y Quis poterit semper manus barbasque fricare / Per brodij grassam antiquam de tota semana? (vv. 55-56)

12Piscantes gnoccos, fritolas gialdasque tomaclas. Tomaclas (ac. pl.) (del lat. tomaculum) designa una "suerte de croquetas confeccionadas con hígado de cerdo y vísceras varias, huevos, queso y especies, sobre todo azafrán -de donde su color amarillo-, envueltas en redaño, y fritas" (Faccioli).
13Res tamen obscura est, quando lagus ille travaiat. La existencia de un calco ovidiano (OV. Met. 6, 319 -20: Res obscura quidem est ignobilitate uirorum, / mira tamen. Vidi praesens stagnumque locumque), me lleva a apartarme del sentido de las traducciones ofrecidas por Faccioli (Ma le faccende si mettono male quando quel lago è in tempesta) y Chiesa (È però una cosa tremenda quando quel lago è in tempesta).
14Quando cridant venti circum casamenta Catulli. El poeta Catulo poseía una villa en Sirmione, a la ribera del lago de Garda, en los Alpes italianos. Ciertas ruinas aún visibles son atribuidas tradicionalmente a tal villa.
15Plena casoncellis, macaronibus atque foiadis. Los casoncelli son un tipo de pasta rellena todavía común en Brescia (Faccioli), y la foiada es una especie de tagliatelle (Chiesa).
16Pampardis videas grassisque implere lasagnis. Pampardis, forma reducida de pappardelle o pampardelle, es un tipo de lasagna ancha (Faccioli).
17Hic me pancificum fecit Mafelina poëtam. El poeta se vuelve panzudo como las Musas bajo cuya advocación se coloca (cf v. 13). Se cierra así esta hipóbole programática, en la que el piadoso monje benedictino Teófilo Folengo, la primera persona macarrónica, en la afortunada expresión de Luca Curti, ofrece un retrato antifrástico de sí mismo gracias a su sosias macarrónico, Merlín Cocayo, la segunda persona macarrónica.  



sábado, 11 de julio de 2015

UN NUEVO PROYECTO: LA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DEL 'BALDUS' DE TEÓFILO FOLENGO




Tras mucha reflexión y algunos intentos fallidos en el pasado, debido a lo extenso de la tarea, he decidido afrontar un proyecto definitivo como investigador y especialista en la poesía macarrónica: la traducción al español de la obra principal del mayor representante del género Teófilo Folengo, el Baldus, poema épico-caballeresco de unos 12000 hexámetros distribuidos en 25 libros. Una vez terminada la revisión de mi tesis doctoral, "La poesía macarrónica en España" en vistas a una posible próxima publicación, afronto este trabajo como una culminación de mis estudios folenguianos, y la oportunidad de sumar a la cultura en lengua española la obra mayor del considerado figura principal del Renacimiento literario italiano tras Ariosto, añadiéndola así a las ya existentes traducciones en francés e inglés.
Me sirvo para ello del Baldus de la redacción póstuma Vigaso Cocaio (01552) de las Macarroneas folenguianas, pues es la única que ha sido objeto de ediciones críticas y traducciones completas hasta la actualidad. Aparte de la nunca suficientemente ponderada labor de Massimo Zaggia, editor de todas las macarroneas folenguianas llamadas menores (Zanitonella, Moschaea, Epigrammata) en sus cuatro redacciones (Paganini, Toscolanense, Cipadense y Vigaso Cocaio), no existe edición moderna del Baldus en ninguna de las tres primeras redacciones. Podría haber optado por el Baldus de la redacción Toscolanense (01521), la más influyente y leída en España como demostré en mi tesis, pero su complejísima historia editorial, trazada por Zaggia, unida a la falta de tiempo y aliento (no puedo olvidar nunca en este punto las palabras del gran Giorgio Bernardi Perini, que en 01977 expresaba las enormes dificultades de ser folenguista y sus exigencias en conocimientos de filología clásica, románica, italiana y dialectología), me han hecho inclinarme por el Baldus de esta redacción, basándome en el texto fijado, traducido y anotado por Mario Chiesa en 01997, sin dejar de tener en cuenta la anterior edición de Emilio Faccioli (01989), que tengo también a mano.
Empleo para la traducción el modelo de hexámetro desarrollado por el añorado Agustín García Calvo en sus traducciones de Homero y Lucrecio, con la salvedad de que yo dejo la primera sílaba del verso en anacrusis facultativa (es decir, libre de acento rítmico), y renuncio a las tiradas asonantadas en que García Calvo organizaba sus versiones. De este molde métrico me serví en mi tesis doctoral para traducir las macarroneas españolas. Reniego de las traducciones de verso en prosa, y considero, por mi propia experiencia y lo que he comprobado en traductores infinitamente mejores que yo, que resultan más literales que las prosaicas, y más aptas para transmitir el trance creativo del autor por su necesidad de condensación expresiva.
El verso es, pues, de pies métricos con seis acentos rítmicos que, por supuesto, no tienen porqué coincidir con los prosódicos. Veáse un ejemplo en el inicio del mismo Baldus (Phántasía mihí plus quám fantástica vénit / hístoriám Baldí grassís cantáre Camoénis) que traduzco como

Lá fantasía a mí me víno más que fantástica
dé la história cantár de Báldo con Músas grasiéntas

Puede resultar, a priori, desasosegador afrontar la traducción monolingüe de un metalenguaje híbrido como es el macarroneo, un fin en sí mismo que no necesita de traducciones, como se afirma en el prefacio de la redacción Vigaso Cocaio. La riqueza literaria de la obra, empero, y su estudiada influencia y trazas en la literatura española (Lazarillo de Tormes, Cervantes, Lope de Vega, Quevedo) justificarían por sí solo este improbus labor al que me consacro.
En unos días ofreceré una muestra de mi trabajo, con la traducción anotada de la introducción (protasis), del poema, y la descripción del país de las Musas macarrónicas. 


Ilustración: portada de la traducción francesa del Baldo con el texto editado por Mario Chiesa.

sábado, 4 de julio de 2015

PROSODIA Y MÉTRICA EN EL AÑADIDO ESPURIO A LA MACARRONEA DE JUAN DE VERGARA





              PROSODIA MACARRÓNICA


1. Regularidad general.

Spur. se atiene en líneas generales a las reglas de la prosodia clásica y macarrónica. Hay, no obstante, 13 versos que presentan anomalías prosódicas (vv. 2, 8, 9, 11, 12, 13, 15, 17, 19, 20, 21, 23, 26) que suponen un 40, 62 % del total, porcentaje ligeramente mayor que en Bald.

La prosodia de las desinencias es regular, descontando los casos de baxandŏ y matandŏ, tipología ya ilustrada en Bald. En el caso de orejăs, nos encontramos con una no infrecuente relajación prosódica en los macarronismos de locución que reproducen una expresión vulgar.

2. Prosodia de las palabras latinas.

2. 1. Errores prosódicos.

Fuera del lícito alargamiento en arsis y por posición, encontramos otros como fōco (v.13), pālatia (v.20), y fāme (v.26). Hay también abreviaciones de sílabas largas: pariĕtis (v.2), rĕgem (v.15), cŭiŭs (v.19). Es de notar la abreviación del diptongo en aula (v.23). Existen por otra parte infracciones a la ley de la posición en cŏmmunis (v.12) y Caesăr credatur (v.21).

Estas nueve infracciones a las normas prosódicas clásicas representan un 4,39% en un total de 182 voces latinas.

2. 2. Vocablos aparentemente latinos.

Se puede englobar en este categoría a famelicus.

2. 3. Manipulación formal de vocablos latinos.

No hay, como en Bald., huella de tal manipulación por motivos prosódicos.

3. Prosodia macarrónica.

Los macarronismos siguen las reglas generales de la prosodia clásica, como en Folengo y en Bald. El autor de Spur. no emplea las licencias prosódicas más propiamente folenguianas como Normula parr. 4, 5, 7, 8 y 9.

3. 1. La ley de la penúltima.

En Spur. es también la posición del acento de intensidad vulgar el que determina la “cantidad” de la penúltima sílaba del macarronismo. Esta norma se rompe por necesidades métricas en el caso de famelīcus y de quadrĭllis.

3. 2. La ley de la posición y alternancia entre consonantes dobles y simples.

Existen ejemplos de ruptura de esta ley en el caso de dĕsmontando, ĕnxugare, y minjabănt. Otros términos podrían considerarse como aparentes anormalidades al representar el dígrafo un solo fonema: barbŭllerias, bŭrrazus, cŏrregimentum, quadrĭllis (pero casīllam), vĭllanus. No hay indicios de que Spur. utilice Normula par. 7.

3. 3. Sílaba anceps delante de “muta cum liquida”.

Spur. extiende también este uso prosódico latino a macarronismos como quădrillis, y ante bravonius.

3. 4. La regla de “vocalis ante vocalem corripitur”.

Al igual que en Folengo, esta regla no se aplica si el acento tónico vulgar cae en una de estas vocales. Tenemos el ejemplo de busīam, ya presente en Bald., y el de barbullerīas, primer ejemplo conocido de aplicación a un macarronismo español.

3. 5. Consonantización de ‘i’ y ‘u’ prevocálica.

Esta posibilidad prosódica latina se plasma, aparte de en suam (v.9), en bravonius y Granatii.



                 MÉTRICA.



1. Características.


  1. Los cuatro primeros pies: distribución de dáctilos y espondeos.
TIP.
TOTAL
Nº ORDEN spur.
Nº ORDEN VERG. Aen.
Nº ORDEN OV. met.
DSSS
10=31,25%
1
1
2
SSSS
4=12,5%
2
5
15
DDSS
3=9,37%
3
2
1
SDDS
3=9,37%
4
8
-
DSDS
2=6,25%
5
3
4
SSDS
2=6,25%
6
7
-
SDSD
2=6,25%
7
6
-
DSSD
1=3,12%
8
9
-
SDSS
1=3,12%
9
4
-
DDSD
1=3,12%
10
10
5
DDDS
1=3,12%
11
11
6
SSSD
1=3,12%
12
13
-
SDDD
1=3,12%
13
16
-


Es de notar la falta de concordancia con Bald. en las series medias e inferiores.

b) Elisiones.
TIP.
TOTAL
1A
-
1T
1=16,66%
2A
5=83,33%
2T
-
3A
-
3T
-
4A
-
4T
-
5A
-
5T
-
6A
-
6T
-


Las elisiones ocupan los lugares tradicionales. Hay dos casos de hiato (vv. 5 y 10). En ambos casos se da ecthlipsis, pero sin alargamiento de la vocal cerrada por –m en el v. 10.

c) Cesura y monosílabo ante cesura.

CUADRO I

TIPOLOGÍAS
TOTALES
VERG.
PENTEMÍMERES
29=90,62%
30=93,75%
99,62%
TRIPLE A
1=3,12%
TRIPLE B
-
0=0%
0,38%
HEPTEMÍMERES
-


Los vv. 4 y 5 presentan cesura triemímeres y cesura trocaica en el tercer pie.



CUADRO II

TIPOLOGÍAS
TOTALES
Et in ||
2=25%
5=62,5%
Aratr(um) in ||
3=37,5%
Āsĭnŭs et ||
3=37,5%
3=37,5%

8=25% sobre 32 vv.


Destaca en el cuadro II, al igual que en Bald., la anomalía que representa la palabra dactílica precediendo monosílabo ante cesura.


d) Estructura silábica y finales de hexámetros: el monosílabo final.


TIPOLOGÍAS
TOTAL
VERG.
OV.
2+3
19=59,37%
32%
35,5%
3+2
6=18,75%
53,5%
55%
2+1+2
6=18,75%
11%
8%
5
1=3,12%
-
-


La distribución de series presenta divergencias respecto a la de Bald. No hay, por otra parte, finales monosilábicos en Spur.



Ilustración: Portada de 'Poesías varias' del alcañizano Domingo Andrés, de J.M. Maestre Maestre, obra fundamental para el estudio y edición de la poesía latina renacentista.