¡Que se meta la lengua en el culo el Homero
latino1,
Pues en demandas2
no aparece quien te supere!
No obstante, Baldo, en estas cosas que me preguntas,
Mal podrán apañarse los nuevos agentes que tienes; 10
Empero, como pueda, a mis culatas rogando,
Y tomando barrizo grueso, y gruesa Minerva3,
Desataré los nudos, aunque cortarlos sería
Mejor, como otrora desuniera el Magno Alejandro
Yugos enmarañados de muchos ronzales4,
y luego 15
Los plantó Isabel por igual en sus propias
empresas5.
No obstante, volvamos al rumbo de donde nos hemos salido:
El que la curia del Rey revuelta a tí te parece,
Y todo distinto lo ves y de diferente calaña:
Uno, te sorprendes acaso, busca pensiones, 20
Otro obispados, otro en los asuntos ajenos
1
Virgilio.
2
En el sentido de “pregunta” (cf. glosario, s.v. ‘demanda’).
3
Cf. glosario, s.v. 'barrizo'. En Forcellini t. III, s.v. ‘Minerua’
p. 248 se lee que “pingui [CIC. De amic., 5, 19]seu
crassa Minerua [HOR..Sat., 2,2,3] aliquid facere
est simplicius, rudius uel indoctius”. Esta declaración
programática nos advierte que el autor se va a expresar con llaneza
y sin ambages.
4
Esta digresión hace referencia a “la leyenda contada por el
historiador Quinto Curcio: al llegar el emperador Alejandro a
Gordio, le enseñaron en un templo un yugo atado por un nudo muy
intrincado, y le dijeron que el que fuese capaz de desatarlo sería
señor de Asia; entonces Alejandro sacó la espada y cortó el nudo,
comentando: da lo mismo (tanto monta) cortar como desatar” (cf. J.
PÉREZ, “El asalto al poder. Isabel la Católica en el trono de
Castilla”, Historia 16, año XIII, nº150, p. 16).
5
Según indicación de la propia cancillería el yugo con las
coyundas es la divisa del rey, el manojo de flechas es la divisa de
la reina (cf. J. GIL, “Los emblemas de los Reyes Católicos”,
Humanismo y Pervivencia del Mundo Clásico II. 1. Homenaje al
Profesor Luis Gil (1996), p. 388 n. 15). Sobre el significado
político del yugo, que Fernando adoptó en su juventud, se
pronuncia el mismo J. Gil: “desatar el nudo de Gordio suponía
hacerse con el dominio de Asia, luego con tal empresa Fernando el
Católico manifestaba su intención de rivalizar directamente con
Alejandro, el conquistador de la India [...] el descubrimiento de un
Nuevo Mundo vino a hacer posible por unos años el ensueño indiano
del aragonés” (cf. J. GIL, o.c., p. 387). Por otra parte,
el lema “tanto monta” , al que se le añaden gratuitamente las
palabras “Isabel como Fernando”, nunca fue el lema de los Reyes
Católicos, sino el de Fernando. Las dos palabras (“tanto monta”)
no son más que el comentario al yugo y al nudo que figuran en las
armas del Rey Católico, y son un recuerdo erudito de la leyenda del
nudo gordiano (cf. J. PÉREZ, o.c., p. 16).
No hay comentarios:
Publicar un comentario