Una
de las aportaciones fundamentales de Giuseppe Billanovich a la
biografía de Folengo ha sido el establecimiento de la verdadera
fecha de nacimiento del escritor, que la crítica, a partir de
Alessandro Luzio, situaba en 14961.
Éste nació el 8 de noviembre de 1491 en Mantua, hijo del notario
Federico Folengo y de Paola Ghisi, de familia oriunda de Parma y muy
religiosa2.
Fue bautizado con el nombre de Girolamo, que cambió por el de
Teófilo al entrar en la religión de San Benito; seguía así el
ejemplo de seis de sus ocho hermanos, de los que cinco ingresaron
también en la orden benedictina (Nicodemo, Giambattista, Ludovico,
Placido y Corona), y uno, Silvestro, se hizo agustiniano3.
Girolamo ingresó, pues, a finales de la primavera de 1508 como
novicio en el monasterio bresciano de Santa Eufemia, donde profesó,
exactamente un año después, el 24 de junio de 15094.
Tras su profesión se aplicó al estudio de la filosofía, y fue
testigo de las atrocidades cometidas por los invasores franceses en
la región y su propio monasterio5.
En 1512 fue trasladado, para completar su instrucción, y de acuerdo
con los transferimientos regulares de primavera, al monasterio de San
Benedetto Po en Mantua, a medio camino de Bolonia, cuya Universidad
pudo haber frecuentado, aunque sin llegar a matricularse6;
en dicho monasterio se encontró con sus hermanos Ludovico y
Giambattista, y cimentó una sólida formación cultural latina y
griega, covirtiéndose en un maestro de la retórica humanística, al
tiempo que seguía en contacto con la realidad administrativa del
convento y su entorno rústico. En octubre de 1513 parece haber
pasado al monasterio de Santa Giustina en Padua, donde perfeccionó
sus estudios, y debió de profundizar su conocimiento de la poesía
macarrónica paduana, la de Corrado, Tifi Odasi, y del Nobile
Vigontie opus7.
Entre 1517 y 1522 está atestiguada su presencia en diversos
monasterios, siempre en funciones de subcellerarius8, lo que le permitió entrar en
contacto con el mundo campesino, y su lenguaje, tan importante en su
obra macarrónica. En enero de 1517 aparece la primera redacción de
sus macarroneas, conocida como Paganini, por el nombre de su famoso
editor en la época, el bresciano Paganino Paganini, quien mantenía
relaciones comerciales con Santa Eufemia desde 15149.
El éxito del librito fue inmediato y vasto. El 5 de enero de 1521
aparece la segunda redacción de las macarroneas, llamada
Toscolanense por su lugar de impresión, todavía a cargo de
Paganino, y que era mucho más ambiciosa que la primera. La red. T
cierra, como afirma Massimo Zaggia10,
la primera fase de la biografía literaria de Folengo, que se expresa
sólo en lenguaje macarrónico.
1
Cf. G. BILLANOVICH, Tra don Teofilo..., p. 11. Así lo
recuerda el propio Billanovich ("le plus éminent commentateur
de Pétrarque", a decir de Curtius, La littérature...,
p. 353) en 1979 (cf. "Spiritualità e cultura nei monasteri
bresciani e Teofilo Folengo monaco a Brescia, Atti Convegno 1980,
pp. 37-38), y 1991 ("Giovanni Battista Folengo riformatore
della Congregazione Benedettina di Valladolid", Atti
Convegno 1991, p. 303).
2G.
BILLANOVICH, Tra don Teofilo..., p. 10.
3
Sobre estos datos familiares cf. G. BILLANOVICH, o.c., p. 15
y RODOLFO SIGNORINI, "Un nuovo contributo alla biografia di
Teofilo Folengo", Atti Convegno 1977, pp. 371-400.
4G.
BILLANOVICH, o.c., pp. 15-21.
5Ibidem,
pp. 29-39.
6
Billanovich recalca este hecho (cf. "Spiritualità...", p.
38) para llamar la atención sobre la falsedad de la noticias de la
red. V, que llevan al joven Folengo a la universidad de Bolonia, y
lo hacen alumno de Pomponazzi (cf. Baldus V XXII 129-132: “Dum
Pomponazzus legit ergo Perettus, et omnes / voltat Aristotelis magnos
sotosora librazzos,/ carmina Merlinus secum macaronica pensat/ et
giurat nihil hac festivius arte trovari”. No obstante, Luca Curti (cf. "Per la
biografia di Teofilo Folengo: La morte di 'Baldo' (Francesco
Donesmondi)", Atti Convegno 1991, pp. 491-506) se hace
eco más recientemente de una vieja hipótesis de Adolfo Gaspary,
que sostiene que, en torno a 1515, Folengo frecuentó el Estudio de
Bolonia. Curti señala la existencia de un vacío en la biografía
folenguiana entre el 18 de enero de 1515 y el 25 de mayo de 1517, y
demuestra documentalmente la existencia del Francesco Donesmondi
presunto compañero de estudios de Folengo en Bolonia -donde fue
asesinado siendo estudiante-, del que se dice en la red. V que
inspiró la figura de Baldo (Curti reproduce [cf. o.c., p.
491-492 y "Vigaso Cocaio"..., pp. 121-124] el texto del
Argomento sopra il 'Baldo' que precedía al Baldus V y
donde se afima esto: "La cagione, che indusse il nostro poeta a
poetar in questa sì degna opera, fu la prodezza, il valore, la
generosità d'un scolaro mantoano della famiglia Donesmonda,
chiamato Francesco, come il gran cavallier Francesco Gonzaga, ultimo
marchese di Mantoa ordinò fosse nominato del nome suo, tenendolo
proprio desso al fonte del battesimo. Essendo egli pur in studio di
Bologna, era un stupore della sua valorosità, gagliardezza,
liberalità, bellezza, leggiadria, animosità, con un ingegno
prontissimo ad ogni quantunque difficultosa impresa. Pertanto
tirandosi come fina calamita tutti e' buon compagni dietro, diede
con molti fatti materia e suggetto al nostro Merlino di fingere
questo volume, sì come una scorza, sotto la quale sta occulta la
verità di molte e molte cose. E così per la sua baldanza chiamollo
Baldo, e li compagni secondo il vario costume loro nominolli chi
Cingaro, chi Falchetto, et il resto"). Asimismo, Nora Calzolaio
recuerda bien que el tal Donimundus aparece por primera vez
mencionado en el Dialogus Philomusi presente en el llamado fascículo
2MD de la red. T, lo que le lleva a aseverar, como Curti, la estancia
de Folengo en Bolonia; según Calzolaio, Folengo pudo componer su
Baldus tras haber pasado algunos meses en Bolonia desde el fin de su
presencia en San Benedetto Po el 18 de enero de 1515 (Donesmondi
murió el 29 de marzo de ese año) (cf. NORA CALZOLAIO, “Il
Dialogus Philomusi: edizione, attribuzione, commento”,
Quaderni Folenghiani 3, 2000-2001, pp. 93-96). Por otra
parte, Lucia Lazzerini recordaba la importancia que Menegazzo
atribuía a Bolonia en la formación del joven Folengo frente a una
sobrevalorada experiencia mantuana: Bolonia, normal y natural sede
universitaria de los mantuanos, quedó para Folengo, que entre 1512
y 1515 se hallaba en el convento de S. Benedetto Po situado en el
camino que llevaba de Mantua a Bolonia, como la ciudad universitaria
ideal (cf. L. LAZZERINI, "Per latinos...", p. 334 n.2).
7G.
BILLANOVICH, Tra don Teofilo..., pp. 52-61.
8
Señala Billanovich que Teófilo careció de las expertas virtudes
de administrador de sus hermanos Ludovico y Giambattista, así como
de su propensión a los estudios teológicos o jurídicos, y al
cultivo de una devoción ardiente y virtuosa (Ib., p. 80). No
obstante, de aquel quotidiano litigioso contatto coi villani de las
posesiones monásticas obtuvo Teófilo un tesoro inesperado: “Dalla
cellereria Folengo non ricavò solo il contatto con i rustici , ma
pure dovette vivere per anni in quell'impasto a dosi variabili: di
latino di volgare di gergo che ora impressiona tanto chi consulta i
registri con gli atti e con i conti del monastero. Un linguagio
misto, un creolo da dotti, che tutti ripetevano e scrivevano, che
era una lingua comune eccitò l'ingegno dei monaci e gli mostrò la
sua via. Il retore e artista lo perfezionò […] Vivendo tra la
terra arata e gli uomini di educazione primitiva il Folengo ha roto
tradizioni e schemi usati da secoli (Ib., pp. 83-84)”. Por
otra parte, se ha señalado más recientemente la inexistencia de
documentos que demuestren que Folengo realizara tales funciones, al
menos en el monasterio de Santa Eufemia en Brescia (cf. ROBERTO
NAVARRINI - MAURIZIO PEGRARI, "Folengo Monaco a Brescia:
L'ambiente monastico el il "realismo" folenghiano",
Atti Convegno 1991, pp. 242-244).
9Ib.,
p. 85.
10
Cf. M. ZAGGIA, "Breve percorso attraverso le quattro redazioni
delle macaronee folenghiane", Atti Convegno 1991, p. 92.